La resolución de Rectorado destaca que el acto administrativo que incorpora al Sr. Raya al personal administrativo de la UNMDP está “afectado de nulidad absoluta e insanable, atento estar viciado en uno de sus elementos esenciales por no haberse tenido en cuenta para su dictado los antecedentes que se mencionan en los considerandos en la Ley de Procedimientos Administrativos, conocida por el señor Horacio Luís Raya”. Hace hincapié también en lo dispuesto por el artículo 21º del Decreto Nº 366/06 que homologa el Convenio Colectivo de Trabajo para el Sector No Docente de las Instituciones Universitarias Nacionales, que impone requisitos de idoneidad moral y técnica.
Al momento del ingreso y al no existir constancia en su legajo, ni mencionándolo el Sr. Raya en su declaración jurada al incorporarse, la UNMdP no consideró debidamente los antecedentes del postulante a ingresar, ni en el caso de su reincorporación como estudiante activo, ni en la de su ingreso como personal no docente.
Se señala también que el legajo estudiantil del Sr. Raya no existe ninguna referencia a los hechos sucedidos en el año 1971 que finalizaran con el asesinato de la estudiante Silvia Filler, ni a lo resuelto por la UNMdP (expulsión del Sr. Raya como estudiante de la Facultad de Arquitectura)
La nulidad absoluta del ingreso del Sr. Raya a la UNMDP, se enmarca entonces en no haberse considerado la totalidad de los antecedentes de hecho pertinentes para decidir la incorporación del Sr. Raya como personal no docente, a la luz del mentado art. 21 dec. 366/06 que impone la necesaria ponderación de conducta e idoneidad.
Horacio Raya se encontraba hasta hace poco desempeñándose como personal no docente, precisamente en la mesa de entrada Facultad de Ingeniería.
Raya fue uno de los integrantes del grupo que el 6 de diciembre de 1971 irrumpió en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura de nuestra Universidad, asesinando a la estudiante Silvia Filler e hiriendo a varios otros allí presentes. Por este suceso, estuvo detenido, procesado por la justicia, amnistiado en 1973 y expulsado como alumno de la Universidad.
