Opinión

Estoy totalmente de acuerdo con el relato

En la sociedad actual se está profundizando al igual que en la década del 70 el concepto de derecha e izquierda, pero con una profunda diferencia conceptual. En aquel momento tanto la derecha como la izquierda estaban cargadas de contenidos ideológicos que en un porcentaje bastante alto coincidía con el hacer cotidiano de cada uno de sus defensores. Hoy pareciera que ha cambiado la conceptualización de ambas definiciones, donde poco tiene que ver el decir, con el hacer y menos con el tener.

Pareciera que más que un problema ideológico la diferenciación entre izquierda y derecha se ha transformado en una conceptualización de índole religioso fundamentalista, donde ser de derecha es réprobo y vergonzante y ser de izquierda además de ser “progre” es digno y enorgullecedor.

La biología de la vida me permitió vivir el primer peronismo, todos los golpes incluido el del 4 de junio de 1943, Perón en el exilio, Frondizi, Guido, Illia, Cámpora, Perón, Isabel Martínez,  Alfonsín, Menem, De la Rua, el período 2001-2003 de los cinco Presidentes, Kirchner y Fernández.

Han transcurrido 60 años de mi primer contacto con el compromiso político, y 48 con el compromiso de responsabilidad de familia fundante, que atraviesan la mayoría de los hombres. Hoy agradezco a Dios que me haya dado tantos años de vida, para que mi experiencia se enriqueciera con tantas páginas de la historia vividas en directo, máxime con el agregado de que me haya regalado durante la misma gozar de buena salud intelectual o cerebral, depende como se la quiera llamar. De otros órganos no hablo porque me puso a pruebas duras.

Quizás mi padre por haber sido uno de los cuatro jóvenes que asistían a Lisandro de La Torre en sus quehaceres menores de la política y en función de haber sido yo hijo único, me inculcó algunos principios a los cuales traté de serle consecuente. No sé si lo logré.

En el haber de mis errores cargo en la vida con múltiples de ellos y en la política específicamente, hoy me arrepiento de haber acompañado durante 11 meses como Secretario Municipal la gestión de la UCeDé que ganó en 1991 y que eligió un camino que no fue el que se me había dicho que se iba a seguir en lo local y en lo ético y menos el de la menemización en lo nacional, donde al final fueron recibidos por el pejotismo  con bombos y platillos. Lo que si le agradezco a esa gestión es el haberme puesto a prueba como hijo de mi padre, donde no dudé en renunciar a un cargo donde no compartía ideales, por el cual hoy la mayoría de los políticos son capaces hasta de sacrificar su dignidad y donde compartí, justo es decirlo, el espacio con un pequeño grupo de compañeros de trabajo que fueron, son y seguirán siendo respetados por mi persona por su capacidad y honestidad.

A esto debo agregarle sobre mis espaldas  mi militancia radical en el 50, mi pertenencia a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre en el 54 y mi peronización desde 1958 hasta mi desafiliación al PJ el 1º de junio del 2009.

Así llegó a la recta final de mi vida y descubro que adhiero a una parte importante del relato hoy instalado y esperando que del relato se pase a la acción, deseo:

  • Deseo que se juzguen todos los crímenes de lesa humanidad con la señora Justicia con los ojos vendados, y si el tema de la falsificación de los medicamentos resulta ser un hecho cierto, se lo juzgue también como tal, porque un proceder así, de existir, merece el mismo castigo.
  • Deseo que en el lapso de un año los legisladores laburen a fondo para que sean derogados y sustituidos todos los Decretos Ley impuestos por cualquier gobierno militar, los cuales son miles, que se siguen usando, que se manifiestan horrendos y se denuncia su procedencia o no,  según sea la conveniencia de cada grupo o Partido.
  • Deseo que la distribución de la riqueza se haga realidad y que se modifique la relación existente, donde hoy el 20% de la población de los que más ganan, según datos oficiales del INDEC refiriéndose a ingresos,  se lleva el 47% de los mismos.
  • Creo que para que esto último se termine como simple proceso declarativo, que a muchos les sirve como laxativo de sus inequidades y sinuosidades,  y se transforme en realidad, todos sin excepción tendríamos que poner arriba de la mesa todo lo que tenemos. Después con el contenido del todo de todos deberíamos barajar y repartir de vuelta en partes iguales a todos. De allí comenzaríamos a ejercer un justo capitalismo con lanzamiento de posibilidades igualitario, caso contrario, seguiremos con el discurso de izquierda y el bolsillo de derecha.
  • Yo a esto estoy dispuesto y Ud?

Si estos cuatro puntos del relato  permanente se hicieran realidad, llegaría al disco con la alegría de ver un sueño cumplido, con el agregado de ver el entierro de la hipocresía en plena sepultura.

Por Abel Cacho Ayala

Un comentario

  1. Coincido con el texto y con la persona de Ayala, mis primeros pasos en la politica lo hice en el peronismo alla por 1958 y de ahi no me fui, aun que creo que no soy bien mirado por el peronimo residual en que ha devenido el Movimiento Nacional Justicialista. Creo -como dice la nota- que con esas pocas medidas podriados extirpar de la vida politica nacional esa alta dosis de hipocresia que campea en los discursos.

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