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“Estamos ante una situación difícil de ocultar: el deterioro del Puerto es manifiesto”

Sin títuloLo aseguró el obispo Antonio Marino, en el marco de la Procesión de San Salvador que se llevó a cabo este domingo, como broche de oro de la XXXIV Fiesta Nacional de los Pescadores.

Asimismo, Monseñor Marino inició su discurso felicitando a la comunidad pesquera por mantener la tradición inaugurada hace 88 años por el padre José Dutto, ya que consideró que hacerlo no significa una cuestión de nostalgia, “sino un momento de inspiración que brinda un nuevo impulso para iluminar el presente con sus problemas y abrir un horizonte de esperanza hacia el futuro”.

En ese sentido, explicó que “la tradición reeditada trae el mensaje siempre renovador de la fe cristiana y católica, que mira al corazón de Cristo como fuente y modelo de amor, principio fundante de toda sociedad sana, fraterna y solidaria”.

“Al llevar por el mar la imagen histórica del Sagrado Corazón nos conmueve sentirnos acompañados por su capacidad de comprensión y misericordia en el ejercicio de este trabajo exigente y riesgoso”, dijo Monseñor.

Y añadió que “junto con mi sincera felicitación para los organizadores que mantienen viva la antorcha de la fe, va también mi voz de aliento para el complejo mundo de la comunidad portuaria. Cuando hablamos del Puerto de Mar del Plata, nos referimos a una zona de rasgos urbanos bien característicos y sobre todo de fuerte personalidad en su gente, en su mayor parte de origen italiano. Muchos descendientes, desde niños han visto a sus mayores trabajar con perseverancia y mucho esfuerzo haciendo frente a dificultades para alcanzar objetivos que darían importancia decisiva a esta parte de la ciudad. La cultura de trabajo, la pujanza y la capacidad creativa para emprendimientos familiares, son legítimos títulos de gloria que pueden exhibir los antepasados y los actuales descendientes de aquellos inmigrantes”.

Por su parte, el Obispo hizo hincapié en la situación actual del sector: “estamos ante una situación difícil de ocultar: el deterioro del Puerto es manifiesto, mientras que un elemental análisis de las causas, resulta claro que podemos hablar de indiferencia hacia este sector de la economía. Los esfuerzos aunados de los distintos actores de la actividad pesquera, no pueden ser suficientes para encontrar caminos de solución a los problemas crónicos que la afectan. La situación actual reclama el planeamiento de políticas públicas a cargo de las autoridades nacionales y provinciales, que favorezcan de manera decidida esta actividad que es vital en la economía de la región”.

En ese aspecto, agregó que a nadie escapa que la pesca “dinamiza muchas actividades, es generadora de trabajo y de ella depende el bienestar o la penuria de muchos trabajadores”. Y sentenció: “con tristeza debemos decir que desde hace años Mar del Plata tiene los índices de desocupación más altos del país”.

Finalmente, Monseñor adujo que “estos actos testigos, simultáneamente religiosos y civiles, ponen ante nuestra vista el camino a seguir. La imagen del Sagrado Corazón, que domina el Puerto desde la escollera, y preside el barrio desde lo alto del templo de la Sagrada Familia, nos habla de amor solidario. Esta procesión náutica es sinónimo de capacidad de emprendimiento, esfuerzo y perseverancia en la adversidad. Pongámonos de pie para seguir haciendo de este puerto un verdadero emblema de la ciudad”.

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