Esta vez fue mínima la manifestación. No superó las 1.000 personas que desconcentraron antes de las 21.00 luego de cantar el Himno Nacional Argentino. A sólo 72 horas de las PASO y en el momento del inicio de la marcha, fue evidente que la convocatoria no reuniría la asistencia de ediciones anteriores como 13S, 8N y 18A.
Tal vez una leve llovizna que causaba una sensación térmica casi gélida, la tragedia de Rosario, el cierre de campañas, la falta de respaldo de organizaciones políticas y una inoportuna convocatoria resultó el combo perfecto para desalentar a los manifestantes, entre los cuales predominaron las personas mayores, siendo evidente la falta de jóvenes.
No hubo necesidad de interrumpir el tránsito, no se cubrió de gente la calle Mitre, los colectivos de pasajeros hacia el Oeste (por Luro) pasaron frente al monumento, dan una idea cabal de cómo se desarrolló el acto. Esta vez las ventanas del despacho del intendente Gustavo Pulti y de la Secretaría Privada permanecieron con las cortinas cerradas, lo que no había acontecido en las marchas anteriores.
Para destacar un clásico, el cartel de “Pulti Traidor”, enarbolado en el monumento a San Martín y muchas pancartas pidiendo justicia, sobresalieron entre los más destacados, pero no demasiado más. La llovizna que se intensificó poco antes de las 21.00 aceleró la desconcentración.