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Enfermos terminales: “Muchos realizan su vida en el último tiempo”

Huesped Angel con voluntarias en el Hospice El Buen Samaritano. Buenos Aires, 11 de febrero de 2016. FOTO DANIEL JAYO/LA NACION.Hospice es una organización sin fines de lucro que ofrece cuidados paliativos a personas que atraviesan la etapa final de su vida. Con amor y compasión  tratan de humanizar la medicina. Aseguran que el dolor puede disminuir en un 50%. Realizan el primer encuentro para presentar la Casa Hospice. Un lugar donde podrán recibir y alojar a personas que lo necesiten.

En Argentina menos del 10 % de los enfermos terminales acceden a cuidados paliativos integrales adecuados a sus necesidades. La presidenta de Hospice Mar del Plata que funciona hace cinco años, Natalia González Otharan sostuvo: “Actuamos cuando la enfermedad es incurable y el paciente ya pasó por todos los tratamientos. Pueden ser personas con cáncer, alzheimer, enfermedades neurológicas degenerativas”.

“La expectativa de vida, en la mayoría de los casos, es menor a seis meses. A diferencia de lo que cree la mayoría, cuando el médico dice que ya no hay nada para hacer, nosotros creemos que sí. Muchos realizan su vida en ese último tiempo. Se reencuentran con un hijo, se reconcilian con su mamá o con los hermanos”, dijo.

Las carencias de los pacientes no sólo tienen que ver con la economía. “Muchos están solos o nunca tuvieron que pedir ayuda o ni siquiera se animan a consultar y piensan que sí o sí tienen que convivir con el dolor”.

El doctor Alejandro Alassia, médico de Familia con certificación en Cuidados Paliativos, es el Director Médico de Hospice Mar del Plata que además cuenta con psicólogos, asistentes sociales, enfermeros y voluntarios.

“El dolor se puede disminuir en más de un 50%”

Las personas que atiende Hospice pueden tener cobertura o no. “Muchas veces tener obra social es peor que no tener nada”, sostuvo Otharan y agregó que “muchos pacientes ni siquiera tienen posibilidad de llegar al hospital”.

La persona debe estar acompañada en todo momento. “Siempre tiene que haber alguien porque el paciente puede tener una descompensación, crisis de dolor. Cuidamos desde el punto de vista médico y acompañamos desde lo afectivo y espiritual no solo al paciente sino también a su familia”.

“Se trata de humanizar la medicina que es cada vez más mecanizada, tecnificada, sub especializada y menos personalizada. Si vos formas mejores médicos que traten mejor a los pacientes, sepan diagnosticar y derivar va a haber menos gente que muera sola”, explicó.

El 90% del dolor de las personas y del sufrimiento se puede disminuir más de un 50% con cuidados paliativos. “Cuando vos acompañas el alma, el sufrimiento disminuye porque el miedo, la angustia, la sensación de soledad hacen que el dolor aumente. No es solo el dolor físico, tiene que ver con un montón de cosas”.

En los hospitales, los médicos tienen cinco o a veces más pacientes y los que están en estado terminal quedan aislados. “Hospice respeta la vida hasta el último momento. Nos mueve el amor y la compasión”, manifestó Otharan.

La casa Hospice

El próximo objetivo de la organización, que también trabaja con el padre Héctor Díaz de la parroquia Santa Rita, es poner en funcionamiento su propia casa. A través del obispado consiguieron un inmueble ubicado en Solís y Galicia.

El próximo 24 de noviembre a las 19 en el Centro Naval de la calle Navegante Vito Dumas S/Nro será el primer encuentro para presentar la Casa Hospice que cuenta con living, comedor, habitaciones, patio y, a su vez, necesitan poner en valor y acondicionar para poder trabajar allí con sus pacientes.

Hospice invita a participar de este encuentro a todos los que quieran sumarse, conocer el trabajo, aportar lo que puedan para que puedan seguir creciendo en la ciudad y muchas más perdonas puedan ser acompañadas a vivir su última etapa.

Foto: archivo

Un comentario

  1. Allí estaremos ..!!!!

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