Ciudad

El “Efecto Mariposa” está entre nosotros

1450896_10201187261620354_1963427649_n

Los estudiantes avanzados de sociología, psicología y comunicaciones, se vuelven locos cuando, al tener que rendir “teoría de los sistemas” se encuentran con “la teoría del caos”. Y el llamado “efecto mariposa” es parte de ella. Se define esta “teoría diciendo que: “El efecto mariposa es un concepto de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo”.

ANALICEMOS, DIJO LEMOS

Y el corto plazo de tiempo se cumplió. La noche del domingo 7 (07-12-13)estaba yo saliendo de la Catedral de Mar del Plata, uno de los últimos ya que me quede hablando  con Lopetegui, Presidente del Fórum organizador del gran concierto de Orquesta y Coros, cuando un señor cerraba rápidamente las grandes puertas y armaba las rejas que protegen a la sede del Obispado local.

“Rápido, rápido” me dijo el señor que no tenía para nada cara de sacristán y más bien de custodio de una discoteca.

Baje lentamente las escaleras de piedra, trabajosamente (La Catedral debiera tener una rampa para discapacitados motores) cuando al llegar a la vereda una banda de mozalbetes corría por la desierta San Martin rumbo a Irigoyen, profiriendo insultos y arrojando grandes piedras. Una dama intentaba entrar a la Catedral, que ya estaba enrejada, mientras de la Plaza San Martin  desde el reloj de flores, otra banda contestaba, esta vez con baldosas rotas.

Ignorante-cosa que a nadie le llama la atención-´camine por San Martin rumbo a la Avda. de los Tilos, con mi celular en la mano, intentando llamar un remise, cuya operadora no contestaba luego de casi cinco minutos de ring…. Ring…. Riiiing con  el aparatejo en la oreja.

Fue cuando una dama que, evidentemente también hacia estado en el concierto en la Catedral, me tomo del brazo y jadeando, me dijo “disculpe señor, guarde ese celular y vámonos de aquí…si lo ven se lo van a robar…a una señora que salió con un carrito de bebe le robaron recién el carrito…diga que al bebe lo llevaba en brazos…fíjese ,allá está destrozado,,,a la señora con él bebe  la están atendiendo en la sacristía, por eso me demore…”

Cuando una piedra pico a medio metros de mis pies, me di cuenta que algo raro y malo pasaba.

Policía…policía…donde está la policía…”  gritaba una dama corriendo hacia una desierta y oscura calle Córdoba-

Verdad. No había policía, no había remixes “lo lamento…tengo una demora de más de una hora…no me quedan autos trabajando…se fueron a sus v casas” me había dicho por fin la telefonista. Lo que me permitió guardar el celular y, siempre tomado del bracete por la señora “auxiliadora” caminamos por Rivadavia hacia Independencia.

¡Para que!.,, Alguien nos grita “Viejos boludos…Salgan de ahí…, los reviento de un piedrazo, los reviento”…al tiempo que disparaba trozos de cordón de vereda contra los vidrios de un negocio…

Yo protegiendo a la dama y la dama protegiéndome a mí, nos llegamos hasta  Los Gallegos en busca de un  taxi. ¡Para que!… el shopping  estaba cerrado con siete llaves, Inaccesible-

Oscuridad, gritos desaforados de los vándalos,

Ruidos de vidrios rotos,  susto en los escasos transeúntes. Una ciudad poseída de pánico. Y no habían habían dado aún las once de la noche.

Fue cuando en la parada, milagrosamente, aparece un  taxi. Me despido de la dama que me tranquiliza “Vivo acá nomas, a media cuadra…adiós…” y el tachero que me grita “apúrese don, métale….”,

Lo que me pareció una guarangada y cuando estuve dentro del auto de lo dije.

Disculpe don…pero usted no sabe lo que pasa…la policía esta acuartelada y el centro está lleno de vagos robando y rompiendo cosas… ¿vio? por eso lo apuro, don, disculpe…”

Recién ahí, estúpido de mí, la tuve clara. El “efecto mariposa” estaba en Mar del Plata- Por eso fue que Pulti rajó de la Catedral antes que terminara el coro con su aleluya, aleluya, seguro a un bunker donde protegerse y tratar de hablar con el nuevo comisario que le había prometido seguridad apenas hace un mes atrás.

Los vándalos  no eran “piqueteros” ni hambrientos sin techo, Tenían adidas y Nike, camisas Montagne y remeras Adidas, Eso sí, gritaban cosas ininteligibles ¿drogados? Corriéndose desaforados, entre ellos, como jugando a la guerra de guerrillas mientras volaban piedras sin ton ni son.-

¿O con “ton” bien estudiados y “son” ordenados  y cuidadosamente planificados? Anda a saber. Pero eso sí es seguro. El  “efecto mariposa” estaba en Mar del Plata con sus alas abiertas, reproduciéndose procazmente,

Deja un comentario