Restaba sólo un minuto para la finalización del alargue cuando el Dibu atajó un disparo que hubiera dejado a Argentina sin nada. Esa intervención suya vale más que nunca la expresión de la atajada que tiene el valor de un gol, que para el resto de la historia debe ser recordada. Había sufrido durante el partido 2 goles de Mbappé y el penal de la serie que tambien convirtió el francés.