“Tenemos camiones que ya no pueden salir más porque son muy viejos y tienen que esperar que un camión termine el trabajo y vuelva a salir entonces sino se firma el compromiso (contrato por recolección), la empresa no puede invertir”, afirmó a Brisas y a modo de excusa, Martín Sánchez, miembro del Sindicato de Camioneros local.
La situación en el microcentro y varios barrios de la ciudad es caótica, ya que las bolsas de basura se incrementan con el paso de los días y los roedores más los animales abandonados que deambulan por la ciudad, se encargan del resto.
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Como era de esperar las denuncias a nuestro medio se multiplicaron con fotos y declaraciones de vecinos y hasta encargados de edificios, que piden “a gritos” que por favor “retiren la basura de las veredas”.
En lo que concierne a las explicaciones que brindó Sánchez, los vecinos del microcentro y algunos turistas que arribaron a la feliz, divisaron una escena de manera repetida, sentenciando que “el camión recolector pasó tres veces el sábado y miraba las bolsas pero no se las llevaba, parecía que lo estaban haciendo a propósito”.
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Otros, un poco más desconfiados, aseguraron que “no las deben querer levantar las bolsas porque les deben plata y por eso se pasean por la ciudad sin recolección”. Agregando que “si llega a llover como el otro día (el sábado pasado) la mugre va a navegar por todos lados y por ende tapará las alcantarillas provocando que se inunde todo”.
Una vez más el conflicto con la basura parece tener otro capítulo que nadie sabe si terminará cuando el intendente Carlos Arroyo, firme el millonario contrato con la empresa 9 de Julio. El mismo se llevará a cabo en las próximas horas o durante este martes.
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