Lo aseguró el secretario de Gobierno Alejandro Vicente, quien detalló la situación de los empleados temporarios mensualizados de la Municipalidad. El funcionario recalcó que de los 443 trabajadores a los cuales se les vencía su contrato el 31 de diciembre y que fueron prorrogados hasta el 31 de enero, luego de un convenio suscripto con el Sindicato de Trabajadores Municipales para evaluar cada caso en particular. Solo 224 pasaron a la planta permanente, mientras que de los 219 restantes, 179 fueron renovados y el remanente de 40 fue dado de baja.
Acto seguido, Vicente precisó: “quiero dejar en claro que no hay ni ha habido despidos en la planta municipal, sino que se trata de la no renovación de contratos. Está todo dentro del marco legal, no ha habido ninguna ilegalidad en las decisiones del Departamento Ejecutivo. El intendente Carlos Arroyo ha tomado una decisión y ha sido absolutamente legítima. Los contratos tenían un plazo de vencimiento. Se prorrogaron un mes y de esa prórroga, se decidió no renovar a 40 de 443 empleados”.
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Asimismo, el secretario de Gobierno hizo referencia a las palabras del titular del sindicato de Trabajadores Municipales Antonio Gilardi a mdphoy.com, aclarando que “además de asombro causa bastante rechazo hablar o comparar nuestra resolución con la dictadura porque se ha actuado en el marco de la Ley. Esa larga noche que tuvimos los argentinos, desde 1976 a 1983, no se parece a esto”.
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No obstante, Vicente, destacó que “todas las decisiones que ha tomado este gobierno municipal con respecto a la planta del personal han sido dentro del marco legal. La política de la planta la define el jefe comunal y no en una gestión compartida con el Sindicato, como ha ocurrido en la anterior gestión del ex intendente Pulti”.
Finalmente, sostuvo que “actualmente el poder de definición radica en Arroyo. Antes se negociaba, se acordaba y nosotros lo queremos dejar de lado. Aunque si podamos dialogar y consensuar pero no podemos derivar la competencia que tiene el intendente para definir su política del personal en el Sindicato”.
Hay que definir quién da las órdenes en la ciudad, si el poder político elegido por el pueblo o el sindicalismo corporativo que representa a una pequeña parte de ese pueblo.
Los sindicalistas insisten en gobernar Mar del Plata mediante presión, extorsión, amenazas, violencia y patoterismo.
¿Qué pretenden, reemplazar al Ejecutivo y al Deliberativo?