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Con operaciones en alza, ya se entusiasman los destinos más exclusivos de la costa; cautela en Mar del Plata

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En Mar del Plata se sugirieron aumentos no superiores al 30% para las propiedades Crédito: Mauro V. Rizzi
Luego de la paralización tras las PASO, en Pinamar y Cariló se aceleró el cierre de alquileres, sobre todo para enero y aun con precios dolarizados; cautela en Mar del Plata
Un año con elección presidencial de por medio suele tener estos contratiempos. El paso por las urnas queda demasiado cerca del inicio de la temporada y las definiciones se demoran. Esta vez las PASO de agosto marcaron un quiebre abrupto y anticipado. Se detuvo el buen ritmo de consultas y primeras reservas ante un resultado que nadie esperaba. Pero de a poco el escenario volvió a aquellos carriles y hoy, sobre todo en los destinos de mayor poder adquisitivo, ya se empieza a dar por hecho un verano con muy buena cantidad y calidad de turistas.

Volvieron a sonar los teléfonos y también las sonrisas a las principales inmobiliarias de la costa, donde las propiedades que salen al mercado duran poco en vidriera, aun con precios dolarizados. “Lo que se ofrece se alquila casi dentro de la misma semana”, afirmaron a LA NACION desde Pinamar. “Más allá de lo que pase el 27, ya sabemos que la gente va a venir”, dicen desde Cariló, seguros de un buen movimiento a partir de fines de año más allá de quién se calce el 10 de diciembre la banda presidencial.

Por Mar del Plata y otros balnearios de similar perfil la expectativa todavía está abierta. Hay consultas, pero las operaciones escasean, ritmo que para la fecha es habitual más allá de la coyuntura electoral. “Hay dueños que esperan al 28 [el día siguiente a los comicios] para definir precios”, admiten desde otra inmobiliaria local.

“Tuvimos tres semanas en las que se paró todo, pero de a poco se recuperó el interés y hoy se alquila todo lo que sale al mercado”, explicó a LA NACION Alejandro Fox, de la inmobiliaria Emeese, que trabaja con propiedades en Pinamar, Cariló, Valeria del Mar y Ostende.

La inestabilidad cambiaria llevó a acomodar los mecanismos de la operación para dejar conformes a ambas partes. Fox cuenta que instrumentaron la posibilidad de congelar el precio con el depósito de un 50% del valor total del período de renta. Y el saldo se debe completar a los 30 días. El plan B es una seña del 30% y completar el resto en 15 o 20 días.

Por allí aseguran que las casas son los inmuebles que mejor salida tienen. “Están casi todas alquiladas”, sentencia, aunque admite que falta un importante lote que se debe incorporar a la oferta en el transcurso de las próximas semanas. “Reservan a ojos cerrados”, dice sobre inquilinos que resuelven la operación a distancia, vía internet. Otros avisaron que este fin de semana largo -el lunes es feriado puente- vendrán para ver, recorrer y definir adónde se van a alojar.

Silvia Melgarejo, al frente de Constructora del Bosque, informa que la mitad de lo disponible para enero ya está alquilado. “Creo que nos van a terminar faltando casas”, dice a LA NACION, sobre un destino que tiene 2000 unidades que se proponen a inquilinos de temporada. Febrero todavía marcha tranquilo.

Detalla que los precios aumentaron en promedio un 40% con respecto al último verano. Y que ya no hay sorpresas para los clientes: “Casi todo está dolarizado”, explica sobre la modalidad, que no deja margen a sorpresas. O se salda por completo, anticipado, o al ocupar la unidad se paga a la cotización que ese día tenga la moneda estadounidense.

Pionera entre los operadores inmobiliarios de este balneario dominado por bosques y lujosas viviendas, Melgarejo resalta que los contratos que se cierran son en mayoría con clientes que repiten propiedades de temporadas anteriores. También llegan caras nuevas, acercados por algunos de aquellos. Y también algunas conocidas, pero que hacía tiempo no venían. “Se iban a Uruguay o Brasil y ahora vuelven por el tipo de cambio”, dice.

Jorge Santamarina, también con inmobiliaria en Cariló, coincide en el ritmo ascendente que están teniendo las operaciones de alquiler. A la fecha están un 10% debajo de igual momento de octubre pasado, pero con gran optimismo por lo que pueda venir. “Hay una muy buena demanda, algo menos en las unidades premium“, admite. Se refiere a casas sobre el mar, que llegan a tener valores hasta por encima de los 10.000 dólares.

En todos los casos, enero es el período más requerido. En el caso de Pinamar, la primera quincena es la más fuerte. Cariló se fortalece en el inicio de año por una modalidad que ganó interesados: los propietarios entregan las casas el 28 de diciembre, lo que permite pasar allí la fiesta de Año Nuevo. Con el mismo sistema se ganó una porción de mercado la otra porción de diciembre: se alquila hasta uno o dos días posteriores a Navidad.

Por Mar del Plata todo es más tranquilo, y es normal que así lo sea para esta fecha. En otras épocas, previas a internet, este fin de semana largo de octubre empezaba a definir operaciones con los turistas que llegaban a pasear, pero también a ver dónde se instalarían en temporada. En los últimos tiempos todo es expectativa hasta noviembre y diciembre, cuando recién aparecen algo más que consultas.

El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos propuso aumentos no superiores al 30%. Es apenas una sugerencia. Marcos Ladanaj, de inmobiliaria Robles, confirma que se está respetando ese porcentaje, aunque con algunas precauciones. “Algunos nos están pidiendo dolarizar los valores al día de entrega del inmueble”, explica. Otros solicitan cancelar el total de la operación antes del 27 de octubre.

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