
Dentro de un partido con vaivenes donde el local dominó en el segundo tiempo, Luca Vildoza fue el más regular anotando 39 puntos (su máxima de la temporada), 4 rebotes y 3 asistencias en lo que podría haber sido su último partido en el Polideportivo.
Los dos tuvieron las mismas falencias en los primeros minutos, fallaron muchos tiros y forzaron situaciones que redundaban en una baja efectividad. Los bahienses apostaban, como en toda la serie, al juego interno donde podía hacer daño; mientras que Luca Vildoza se hizo cargo del ataque anotando 7 de los primeros 9 puntos de su equipo. Promediando la etapa, un parcial 6-0 de Bahía le permitió tomar las riendas del marcador y además fue con una volcada de Johnson en un rebote ofensivo y luego corriendo de contra-ataque con una Alley-Oop que enterró Summers. Las pérdidas de Quilmes empezaban a ser un problema nuevamente, lo que generaba confianza en la defensa rival. El ingreso de Fjellerup por Corvalán (acumulación de faltas), resultó una solución para el Sepo y la visita sacó 10 puntos para irse tranquilo al descanso.
El local estaba desconcentrado defensivamente, los cambios no funcionaban y había muchos espacios en la pintura donde aprovechaba Johnson para hacer (literalmente) lo que quería y si fallaban, no había box-out para proteger el rebote por lo que Bahía Basket también tenía segundas opciones. Esa fluidez ofensiva se cortó promediando el cuarto y Quilmes recuperó un poco de poder de gol de la mano de Vildoza (14 en el parcial) para balancear el desarrollo y con un muy buen cierre de parcial quedó apenas de 6 cuando llegó a perder por 15.
Los dos comenzaron con bombas exteriores el tercer cuarto, aprovechando la efectividad que no habían tenido al inicio del juego. Era un partido donde los detalles empezaban a contar porque el Cervecero había logrado emparejar el desarrollo y no permitirle un juego tan fluido a los bahienses. Para colmo, Fjellerup que estaba haciendo un buen partido sumó su cuarta infracción demasiado temprano. Era el mejor momento del local y el peor de la visita en la serie. El equipo de Bianchelli lo aprovechó para pasar al frente nuevamente tratando de sacar la mayor diferencia posible. Con 36 puntos anotados en el parcial, la ganancia para Quilmes fue de 6 unidades.
Los triples que lo alimentaron toda la noche (12 sólo en el segundo tramo del partido), le permitieron llegar a la máxima de 13 puntos. Quilmes se sentía libre, confiado y todo lo contrario pasaba en el conjunto bahiense porque no tenía ni defensa ni ataque; además de no frenar a un Vildoza excepcional en un altísimo nivel que le permitió ganar confianza a todos sus compañeros. Llegaron a la mitad del parcial con esa luz en el tablero, pero era el momento de cerrar el juego porque Ginóbili ya intentaba hasta con los jóvenes de su plantel para encontrar el gol que había perdido. No hubo manera, los marplatenses hicieron las cosas bien y terminaron un gran partido que lo llevará a definir la serie en Bahía Blanca el próximo jueves con la ilusión de dar vuelta aquella desventaja inicial.
Marca Deportiva
Les pido por favor que si van a sacar la crónica que escribí en Marcadeportiva.com tengan al menos la honorabilidad de citar la fuente……da pena tener que escribir para esto
Tiene razón señor Rodrigo, siempre que tomamos algo de otro medio lo hacemos pero sinceramente se nos pasó, por eso le pido disculpas.
Gastón (mdphoy.com)