Superó las expectativas en esta modalidad que impone la prevención del contagio de corona virus. Distanciamiento, barbijos y movilidad a través de automotores, no obstante muchas participantes lo hicieron caminando al monumento al General San Martín, casi en una doble alegoría al celebrarse hoy el 170° aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria.
La congregación comenzó antes de las 16.00 y a las 18.00, aún no había llegado a su pico y era notable que a través de calles troncales los vehículos se sumaron a la avenidas Luro, Independencia, Colón y Boulevard Marítimo Patricio Peral Ramos, que fueron convergiendo en la medida de lo posible en Luro y Mitre, donde está emplazado el monumento que fue cubierto por banderas argentinas, un símbolo patrio que fue el estandarte de una movilización que concentró diversos reclamos.
Al circuito que habitualmente se cumplía por Luro y Rivadavia, se pudo observar la versión aumentada que se reflejó en las principales avenidas, que tuvieron un alcance muy superior con demostraciones en lugares distantes de hasta 10 o 20 cuadras del monumento, como producto de quienes se sumaron en autos y camionetas.
Fue muy claro también que pudo observarse un corte social de quienes padecen el duro momento social, económico y laboral, que están sufriendo una restricción y retracción de sus actividades, la angustia y el drama se canalizaron también hoy.
La dispersión de las columnas no permitió hacer una estimación de la cantidad de asistentes, pero sí que hubo rebote en muchos barrios, expresados con el sonido de sirenas en adhesión, como también partían aplausos de departamentos ubicados en distintos edificios en varios puntos de la ciudad.
Fue evidente que esta nueva fecha patria hizo estallar un descontento generalizado, que tiene expresiones contra la reforma judicial, las magras jubilaciones, la inseguridad, la corrupción y la impunidad que persiguen desde el oficialismo y tienen como beneficiarios a autoridades, funcionarios y empresarios enriquecidos encabezados por la vice presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner.
Sin dudas esta movilización superó ampliamente las desarrolladas el 20 de junio y el 9 de julio, y no pudo observarse entre los manifestantes la presencia de figuras políticas, en este caso de Mar del Plata donde el oficialismo lo encabeza el intendente Guillermo Montenegro.
Las pancartas y banderas argentinas fueron la evidencia de una portación casi excluyente, no había prácticamente nadie que no las llevara en sus manos. Se embanderó la protesta sin que se hayan registrado episodios de violencia, salvo el respeto que en esta ocasión pudo haberse visto vulnerado por normas de distanciamiento, aunque se asume que existe una pseudo salida de la cuarentena que pasó los 150 días.
Transcurridas más de 2 horas no cedía la intensidad del reclamo, que se extendió sobremanera con respecto a anteriores manifestaciones de este tipo. Claramente, y como se demostró en el resto del país, resultó la más potente de las conocidas hasta el momento, con una lista en la cual se suman las demandas muy puntuales.