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Causa CNU: rechazan la recusación al fiscal Daniel Adler

AdlerEl planteo lo había realizado el imputado Gustavo Demarchi y el abogado Andrés Barbieri, defensor de otros dos acusados por los crímenes cometidos en el año previo al Golpe Militar. Este año está previsto el juicio a diez civiles y un militar que integraban la Concentración Nacional Universitaria de Mar del Plata.

Luego de la audiencia celebrada en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata a principios de marzo, y tras analizar las pruebas ofrecidas, los jueces Víctor Bianco, Elvio Osores Soler y Luis Imas entendieron que no era necesaria la realización de una nueva audiencia y resolvieron no hacer lugar a la recusación del fiscal general Daniel Adler, de acuerdo a los planteos realizados por Gustavo Demarchi, abogado en causa propia junto al co defensor Cristian Moix, y Andrés Barbieri, representante de los imputados Juan Carlos Asaro y Luis Roberto Coronel, en el marco de la causa -pronta a ser llevada a juicio oral- por los crímenes cometidos por integrantes de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) en el año 1975, bajo amparo estatal.

“Ninguno de los motivos invocados tienen aptitud para sostener, al menos hasta el presente, que el Sr. fiscal ha perdido la imprescindible objetividad que debe acompañar su gestión en el proceso”, señala la resolución judicial.

“Entendemos que las pruebas ofrecidas no resultan conducentes ni tienen aptitud para torcer el rumbo de la decisión, con lo que se quiere expresar que a esta altura no tiene sentido celebrar la audiencia que prevé el art. 61 del CPPN”, repararon luego.

Tras la primera audiencia, organismos de Derechos Humanos habían cuestionado estas objeciones legales a las que calificaron como “tecnicismos dilatorios” para postergar el juicio donde deberán sentarse en el banquillo de los acusados diez civiles y un militar.

Demarchi había establecido siete motivos para recusar a Adler. Había dicho que el fiscal se inmiscuiría en la instrucción de la causa, que debía honorarios, que haría alarde de odio contra su persona, y hasta que integra Justicia Legítima.  Por su parte, Barbieri, intentó impugnar el proceso aludiendo que habría sido nominado en forma irregular.

Adler, a su turno, no sólo dejó en claro que estos planteos eran extemporáneos porque se plantearon fuera del plazo establecido por la ley; sino que además recordó que argumentos esgrimidos por Demarchi ya habían sido planteados con anterioridad y habían sido descartado en la instrucción. Por otro lado, señaló que había afirmaciones falsas con la única finalidad de apartarlo de la causa. En relación a los planteos de Barbieri, mencionó que se trataba de “un artilugio procesal que debía rechazarse, ya que de aceptarse, cualquier juez o fiscal podría ser apartado de una causa”.

En su argumentación, los jueces repararon en que Demarchi estaba cuestionando a la misma persona con las mismas causales, que ya habían sido tratada por la Cámara de Apelaciones, a favor del fiscal Adler. Y desestimaron también todos los otros argumentos con su debida argumentación.

En relación a la posición de Barbieri, no sólo dijeron que el planteo era extemporáneo, sino que además, “no alegó ninguno de los motivos que prevé el ordenamiento procesal, limitándose a sostener que la intervención del representante del MPF no respondía a los postulados legalmente establecidos, afirmación sin contenido que impide el ensayo de respuestas”.

De acuerdo a la elevación a juicio, Demarchi “deberá responder como jefe u organizador en el delito de asociación ilícita, y como coautor de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más partícipes, hechos que concurren materialmente entre sí”. Con ello, hace referencia a los asesinatos de Enrique Elizagaray, Guillermo Enrique Videla, Jorge Enrique Videla, Jorge Lisandro Videla y Bernardo Goldemberg, cometidos en la madrugada del 21 de marzo de 1975.

Además, está acusado de privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia y homicidio calificado por el concurso de dos o más partícipes cometidos en perjuicio de María del Carmen Maggi”, quien era decana de la Facultad de Humanidades y secretaria general de la Universidad Católica.

Gustavo Demarchi era fiscal al momento de los hechos. En 2011, fue detenido por Interpol en Bogotá, Colombia, luego de permanecer prófugo desde noviembre de 2010.

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