Hasta el momento los allanamientos que se llevaron a cabo para dar con el paradero de Walter Escott, el hombre que el pasado lunes asesino de un balazo en la cabeza a su mujer, delante de su hija de 14 años, fueron infructuosos. Los familiares de la víctima, Valeria Brítez de 34 años, aseguran que el imputado “está protegido por la policía” y es por eso que aún no lo detuvieron.
La investigación continúa y se presume que Escott, de 37 años, el cual cumplía una condena de cinco años de prisión por “robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda”, esté escondido en Mar del Plata. Según información a la que pudo acceder mdphoy.com el acusado fue visto en la zona de Playa Grande junto a otra persona por lo que se presume que recibe la ayuda de alguien más y que por el momento se encuentra en la ciudad.
Los familiares de Brítez, aclararon que mientras que Escott debía cumplir arresto domiciliario en la vivienda de su padre, emplazada en la calle Filiberto al 1700, por razones que aun nadie se explica, el hombre salió de su casa junto con la mujer sin que nadie lo controlara, y después de discutir a solo metros de su vivienda en Soler al 10.800, junto a una de sus siete hijas, le apoyó un arma calibre 9 mm en la cabeza y la baleó para luego darse a la fuga, ante el desconcierto de la menor y el auxilio de los vecinos que luego de escuchar la detonación se hicieron presentes en el lugar del hecho.
En declaraciones periodísticas, Inés, la hermana de la víctima aclaró que “le pegaba todo el tiempo” y agregó “una vez que salió del penal comenzó a agredirla continuamente hasta que se animó a denunciarlo” prácticamente “no tenía paz e igual cuidaba a sus siete hijos”, sentenció.