Desde el viernes al mediodía los cajeros automáticos del Banco de la Provincia de Buenos Aires, no dispensaban efectivo, tras agotarse la última recarga del jueves anterior. Los billetes de $ 100 única nominación que portan los cajeros se evaporaron, al ritmo del aumento de precios que se viene advirtiendo. Los titulares de tarjeta de débito del Banco de la Provincia, debieron apelar de acuerdo a sus necesidades de billetes en entidades bancarias privadas, pagando una comisión más cara, lo cual genera un perjuicio.
Mientras ya ha habido expresiones, de la perentoria necesidad de emitir billetes de mayor nominación (se habla de $ 500), lo ocurrido este fin de semana, produce algo más que un alerta en torno a la entidad crediticia oficial, presidida por Gustavo Marangoni, un RR.PP. colocado al frente del Banco Provincia, para que en realidad actúe como vocero electoral del derrotado Daniel Scioli.
Gabriela Michetti acaba de anunciar que auditará la gestión de Amado Boudou, y es una vía que no se debiera descartar en el Banco de la Provincia tras el paso de la conducción nepotista que instaló Daniel Scioli en los últimos ocho años.
