” Donde hay una necesidad hay una sanción “. Una pintura de la grave situación que sufre el personal policial de la Provincia de Buenos Aires, y padecemos todos los habitantes del territorio bonaerense, a raíz de crecientes índices de inseguridad que ya han llegado a todos los sectores de la población.
Las expresiones corresponden al ex jefe de la Policía Distrital Centro de Mar del Plata, Gustavo Daniel Salvá y reproducimos las mismas textualmente:
“El Ministro de Inseguridad de la Provincia de Buenos Aires, hizo correr como reguero de pólvora que el reclamo del personal policial de mañana, se debía a la autoritaria medida que precisamente adoptara ayer “desafectando” 400 trabajadores y trabajadoras de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Quedaron al borde de la exoneración de sus empleos, aduciendo que el reclamo próximo, convocado ya con anterioridad, se debía precisamente a tal circunstancia y no al verdadero estado de malestar y maltrato laboral que ese sector de la comunidad está padeciendo.
Para argumentar en favor de dicho falaz argumento, manifestó en el programa radial de Jorge Lanata por Radio Mitre, que esa medida fue adoptada a pocas horas de un nuevo reclamo, justamente porque la Feria Judicial había cesado.
Otra mentira más de quién se dice ser ” abogado “, o tal vez no conoce del Derecho Administrativo, porque la decisión adoptada fue rubricada por el Auditor General, quién se encuentra al frente de la Dirección de Asuntos Internos y ésta se trata de un área absolutamente administrativa, que nada tiene que ver con el Poder Judicial y menos con su feria por ende miente lo cual se cae de maduro.
La finalidad es simple y sencilla, correr del eje de la discusión los justos reclamos de los trabajadores policiales, debido a sus ” mentiras “, ” falsas promesas ” y ” desmanejos “pretendiendo confundir a la ” ciudadanía “, alegando que la razón comprende precisamente estás arbitrarias e ilegales medidas y no la verdad una vez más.
El fracaso de las políticas de seguridad en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires y por supuesto su desmanejo en materia política de personal.
La desafectación del servicio, para que el lector lo comprenda es una ” especie ” de suspensión donde el trabajador ve caer de manera inmediata y autoritaria la reducción de su magro sueldo en un 50 %, como si éste ya no fuera poco, la prohibición por ende de hacer Servicios de Policía Adicional ni horas extras por recargo de servicio conocidas por todos como horas Cores.
Estos emolumentos que en la generalidad de los casos suman un 75 % de sus ingresos, cuando son impedidos llevan grupo familiar del trabajador policial, esposas, esposos, hijos y porque no en más de un caso, en estos tiempos de pandemia, adultos mayores a cargo, padres o madres al borde de la indigencia y como ello no fuera poco debe hacer entrega el personal de su uniforme y armamento, exponiéndolos gratuitamente a un innecesario y agravado peligro.
La ” desafectación ” del servicio es una medida administrativa ” preventiva “, cuya única finalidad es apartar ” transitoriamente ” a un efectivo imputado de una eventual falta administrativa, con su eventual correlato penal o no de una función o cargo en cuyo ejercicio ” puede entorpecer ” la investigación en curso iniciada.
En este caso las ” desafectaciones ” están originadas como consecuencia del anterior reclamo con fecha de septiembre del año pasado, oportunidad luego de la cual culminado el mismo, no se decretó ni una sola desafectación, si leyó bien ni una sola.
Hoy luego de casi 6 meses después y en estas vísperas, han comenzado a llover tales ” notificaciones ” siendo en principio 400 desafectaciones, a esta altura van contabilizándose aproximadamente 1.500 y según nuestras fuentes consultadas especialmente pueden llegar alrededor de 2.500 más, lo que haría un total de 4.000 efectivos policiales desplazados de sus cargos y condenados al hambre.
Las decisiones del Estado deben ser oportunas, razonables y ajustadas al Estado del Derecho. Nada más lejano en esta oportunidad, toda vez que estás decisiones lejos están de ello, son obviamente inoportunas, los hechos se sucedieron en septiembre del año pasado, son arbitrarias.
Porque el personal siguió prestando servicios hasta hoy y a pesar de los ” compromisos ” asumidos por las autoridades en su oportunidad, también falaces, y que se apartan de la naturaleza misma de la esencia de la herramienta en cuestión, convirtiéndose más que en una herramienta ” preventiva ” en una herramienta ” sancionatoria ” y con una finalidad de amedrentar.
Es absolutamente burda y obvia la intención de Berni como ya lo señaláramos más arriba, pero tampoco debe ignorarse, una finalidad absolutamente más ” grave ” y ” peligrosa “, ” empuja ” a esos trabajadores y trabajadoras indefectiblemente a salir a la calle en defensa de sus derechos ya no vulnerados sino decididamente violentados.
La convocatoria inicial era entre el personal ” franco de servicio “, sin uso de uniforme, armamento ni vehículos policiales
Cuál resultaba ser entonces la “gran ofensa” que a éste ya desvalorizado funcionario lo inquietaba? ¿Por qué agudiza la problemática y potencia el conflicto?
La respuesta es clara y una por sobre todas las cosas, ya no podía, ni puede seguir ” vendiendo ” su relato, de supuesta ” eficiencia ” de supuesta ” capacidad “, de supuesta ” idoneidad “, de supuesta ” conducción “.
Ya no puede ” catapultarse ” como candidato a ” lo que sea ” para integrar salir ” airosamente ” de una gestión, donde el ” fracaso “, la ” ineficiencia ” y la ” falta de resultados ” son el producto final de un área cuya falta de gestión la cuál fue necesariamente ” ocultada ” y adormecida como consecuencia de la pandemia.
Señor Berni usted ya ha dejado de ser un conductor, ha perdido todo el respeto del personal a sus órdenes. Tarde o temprano deberá irse, no por exigencia del personal sino por el magro resultado de su gestión y de sus continuos desaciertos. El “súper ” con el cuál pretendió fortalecer su ” proyecto ” de campaña política se ha convertido en una simple y “ridícula” caricatura.
Usted se jacta de pertenecer a un espacio político, que tiene como Norte la defensa de los derechos de los trabajadores, pero se distancia absolutamente de ellos y deja en evidencia que son sólo enunciados para captar la mayor cantidad de votos posibles para acceder a cargos.
Luego desde los mismos, manejarse arbitrariamente tipo ” patrón de estancia ” de una “República Bananera”, donde la única “necesidad” a satisfacer es una sola … la del Soberano, que está lejos de ser precisamente el pueblo, sino el ” impresentable conductor “.
“Donde hay una necesidad hay un Derecho”, decía el fundador de ese espacio que usted cree integrar, pero seguro está frase para usted nada significa y la ha transformado por su oportunismo en ” dónde hay una necesidad hay una sanción “
Gustavo Daniel Salvá