Los operativos realizados el último fin de semana en 5 locales de nuestra ciudad pusieron sobre la mesa una norma con escaso control.
Las cervecerías tuvieron un auge impresionante en los últimos tiempos. No solo empezaron a florecer por todas partes sino que además distintos empresarios no cesan de pedir los permisos necesarios para instalar nuevos locales.
La cerveza artesanal le dio un renovado impulso al consumo de esa bebida, pero no solo eso. De a poco los paradigmas de las salidas nocturnas también se fueron modificando y estos espacios comenzaron a competir con fuerza contra boliches y hasta restaurantes tradicionales.
Una de las formas más comunes a la hora de vender cerveza es la famosa “pinta”. Es decir, un vaso de aproximadamente medio litro.
Sin embargo, tal como quedó expuesto en una serie de controles realizados el pasado fin de semana en 5 boliches de Bahía Blanca, por parte del personal del Registro Provincial de Comercialización de Bebidas Alcohólicas (Reba), una de las infracciones constatadas fue la venta en recipientes de más de 350 mililitros.
Habría que dar a conocer el texto de esa supuesta ley (si es que existe) para leer sus fundamentos. De todos modos, me parece una ridiculez comparada a la inservible disposición que prohíbe la venta de alcohol de 21 a 10 hs. pero permite beber en los bares sin restricción horaria.
Veamos lo absurdo del tema: si me sirven una pinta de medio litro hay infracción, pero si me sirven una botella de litro no la hay. ¿Qué sentido tiene esto?