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Aparece la recesión en la ruta de la estabilidad: se aleja la compra en cuotas

La inflación se intensifica y ya los productos que nos parecen caros al contado se vuelven inalcanzables, debido a que las cuotas son inaccesibles a raíz del encarecimiento del costo del dinero, a través de la tasa de interés para las adquisiciones en cuotas.

Ya resultan impagables hasta las mensualidades y se trata del proceso de ingreso a la recesión a través del ajuste al sector privado, sin el subsidio a través del crédito blando para financiar el consumo, que afecta el poder adquisitivo salarial que se deprime en el bolsillo de los trabajadores. Esto es lo que sentimos.

El Gobierno Nacional sigue obstinado en no querer reconocer o diagnosticar la realidad social, política, económica y cultural por la que está atravesando nuestro país desde hace mucho tiempo, aunque se va acrecentando cada vez más y, a medida que lo sigan negando, la situación solo tenderá a empeorar.

Hay un término que no se animan a mencionar que es el proceso  económico por lo cual se está atravesando, o sea la “Estanflación”, dado que la economía se encuentra estancada, no hay crecimiento, aumenta la inflación, el desempleo y el empobrecimiento de la población.

Pero si bien no lo quieren decir, están tomando algunas medidas para combatirla, y cuando decimos algunas es porque se olvidan o no quieren aplicar la receta completa. Han aumentado, y como nunca, los tipos de interés y la presión fiscal, pero no han bajado el gasto público. El recorte de los subsidios de energía no serán suficientes para ello.

El gasto público hay que recortarlo sobre la base del gasto inútil, sobre la cantidad de dependencias del Estado que solo sirven para generar puestos y caja.

En pocas palabras, se necesita una fuerte reestructuración del aparato estatal. Atacar de estanflación solamente con  mayor presión fiscal y suba de tasa de interés frenará el consumo y la devaluación del peso argentino, pero traerá consigo mayor desocupación y  pobreza.

Muchas Pymes dejarán de funcionar por el encarecimiento del costó del dinero y se volverá a una película tantas veces vistas, en donde el final es que conviene más el retorno de la tasa de interés qué invertir en producción.

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