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Alvarado no ligó sobre el final y perdió en Villa Ramallo

15032297_1267907976616812_8947826562566923266_nUn gran planteo, que salió casi a la perfección, el esfuerzo para controlar el partido y que se diera como se había pensado, se va por la borda por una falla arbitral, una clara mano no sancionada y un gol en tiempo de descuento que duele el doble. Porque Alvarado hizo todo para traerse como mínimo un punto de Villa Ramallo, pero por el error de Santiago Ascenzi y el aprovechamiento de Bielkiewicz, Defensores de Belgrano que quedó con el triunfo por 1 a 0 y los dirigidos por Duilio Botella se vuelven con las manos vacías y la bronca por haber sido perjudicados.
Hasta esa jugada cuando el partido se terminaba y Defensores ya casi que se conformaba con el empate, porque no había encontrado a lo largo de toda la noche como inquietar a Rodrigo Barucco, que cada vez que lo llamaron a intervenir lo hizo bien, lo de Alvarado había sido redondo. Le costó 15 minutos acomodarse en la cancha y, a partir de ahí, se adueñó del partido, ganó el medio y manejó la pelota y los tiempos del partido con una muy buena actuación, sin lucir, pero sin fisuras para no pasar mayores sobresaltos.
Una buena jugada de De Souza que terminó con un remate de Castro que desvió bien Barucco, fue el primer llamado de atención del local que despertó a los de Botella que empezaron a ajustar la presión, se repartieron Luengo y Fassino, ganaron la batalla del medio y Compagnucci hizo valer su potencia por la derecha. Sumado a la movilidad y el buen trabajo de Susvielles, el “torito” terminó tomando preponderancia en esa etapa inicial y generó ocasiones para abrir el marcador, primero con una corrida del mediocampista tras una contra y Susvielles que no le pudo acertar al arco, y luego con una buena jugada del “9” que Nicolás Mollo no alcanzó a conectar por el medio.
Del local, poco y nada. Sólo centros, debido a la gran cantidad de tiros libres que cobró Ascenzi cerca del área de Barucco y que fueron desactivados por la solidez de los centrales en el juego aéreo.
El complemento siguió por los mismos carriles, un Alvarado con personalidad, plantándose firme y lastimando con su ataque por las bandas. En la única llegada concreta después de aquella del arranque del partido, Tomás Mantia probó desde afuera pero Barucco respondió de gran manera y Bielkiewicz convertía en posición adelantada. A los 10′, Duilio Botella mandó a la cancha a Wilson Albarracín y en dos minutos se lo pudo llevar el equipo marplatense. El goleador entró fresco, le ganó a los defensores y asistió a Susvielles que perdió con la buena respuesta de Polenta. Enseguida, Compagnucci volvió a ganar por derecha y buscó al exUnión que increíblemente no pudo aprovechar.
La calidad de Albarracín le dio mayor poder de fuego al ataque, la pelota descansó en los hombres de ataque y, más allá de que no tenía tanta profundidad, Defensores no podía encontrar la pelota para ir por un triunfo necesario. Con el correr de los minutos, Santiago Ascenzi empezó a jugar su partido y todo roce a partir de mitad de cancha era tiro libre para el local que metía la pelota en el área de Barucco buscando el tanto que por juego no podía conseguir. Pero ni así lo lograba, porque los centrales eran una muralla en las alturas y tenían todo controlado.
Pero llegó la jugada de la polémica. Coronel, que había entrado un minuto antes, separó el brazo del cuerpo para acomodar la pelota, la bajó y asistió a Bielkiewicz que definió ante la atónita mirada de los jugadores de Alvarado que esperaban escuchar el silbato que marcara la infracción. Pitazo que nunca llegó y que desató la bronca del “torito” que vuelve a Mar del Plata con las manos vacías y esa sensación de haber sido perjudicado, en un partido que tenía controlado y que le daba un punto que lo acercaba muchísimo a la clasificación.

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