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Alvarado debutó con una victoria en Mar del Plata

Festejo Gol CastroSi bien no pudo hacerlo con holgura por fallas en la definición, Alvarado fue superior a Belgrano de Santa Rosa y le ganó merecidamente por 2 a 0 en el arranque de la Zona A del Torneo Federal A. El equipo de Duilio Botella tuvo buenos lapsos y sólo le faltó estar más fino en los metros finales para definir el partido con anticipación. Ceballos de penal en la primera mitad y una joya de Mauro Castro en el final, le sacaron una sonrisa a las 10 mil almas que “coparon” el Mundialista.
El marco del José María Minella mostraba la expectativa de la gente e, inevitablemente, trasladó esa ansiedad a la cancha, y a Alvarado le costaron los primeros minutos, sumado a una cancha con agua en algunos sectores y muy rápida en otras. Belgrano, tranquilo, jugaba con eso, esperaba agazapado con dos líneas de cuatro, buscaba a García Barros y de ahí, ver si podía sorprender en velocidad con López Alduncín, algo que no sucedía. Hasta que luego de la primera aproximación del “torito”, con una corrida de Hermida que no alcanzaron a conectar por el medio ni Blanco ni Santos, quedaron en línea los centrales, la pelota filtrada llegó al “9” que le ganó a la rápida salida de Barucco que se tiró afuera del área y cortó el avance con la mano, lo que podría haber sido la expulsión del “uno”, que se salvó porque Novelli interpretó que llegaba Madrid a cruzar y sólo lo amonestó.
Esa jugada, generó alivio y el equipo de Botella se enfocó. Y en la primera que tuvo, a los 18′ salió rápido por derecha con Compagnucci que corrió todo el carril, llegó al fondo, levantó para Santos que esta vez sí cabeceó al arco, apareció la mano de Bornes en el camino para anteponerse y Novelli no dudó, sancionó el penal y Ezequiel Ceballos tuvo el regreso soñado, de cara a su gente, abrió el pie derecho y la colocó contra la base del caño izquierdo de Vistarop para darle la apertura del marcador y la tranquilidad al dueño de casa.
Con la ventaja, fue otro Alvarado, el de la pretemporada, el que ganaba la pelota lejos de su arco y buscaba desequilibrar con los carrileros y los hombres de punta. Y Compagnucci pudo haber estirado el resultado con un toque de derecha que se fue pidiendo permiso contra el palo derecho. Belgrano ya no inquietaba y el local estaba cómodo, más suelto y dominaba las acciones. Cuando encontrara el espacio para que “Trapito” metiera la estocada, podía aumentar. Belgrano no salió, siguió con el mismo planteo y el “torito” movía la pelota, esperaba el momento y avisaba siempre por la derecha y las apariciones de Ceballos, pero no pudo dar el último toque y se fue al vestuario con la ventaja mínima.
No cambió demasiado al regreso del entretiempo y Alvarado era el único que tenía vocación ofensiva. Por eso, casi mete el segundo de entrada nomás, con un gran cabezazo de Alexis Blanco que exigió una mejor respuesta de Agustín Vistarop que, pasado, volvió sobre sus pasos y alcanzó a cachetear con su mano derecha. Era todo del “torito” que merecía más. Todos llegaban a posición de ataque, lo hicieron Corti y Martínez que no pudieron terminar bien en el fondo de la cancha y Blanco con un remate de zurda que despejó con esfuerzo el arquero visitante.
El equipo de Botella no lograba estirar la cuenta y, si bien Belgrano no inquietaba, la diferencia era corta y cualquier pelota perdida o alguna jugada detenida podía ser un dolor de cabeza. Igual las chances, seguían favoreciendo al local, con Blanco que otra vez se perdió por poco el segundo tras otro gran desborde y un pase rasante que tocó pero cruzó todo el arco y se perdió por el otro lado. También se animó Martínez con un remate desde afuera que contuvo en dos tiempos Vistarop.
A 15′ del final, Zubeldía se la jugó con hombres de ataque por dos volantes para ver si se podía llevar un premio del Minella. Botella le dio aire fresco al ataque, sacó a Hermida que había hecho un gran desgaste y mandó a Nicolás Fleming para er si podía aprovechar la mezcla de velocidad y potencia con uina defensa que salía a buscar más adelante. El tramo final se dio con la incertidumbre de siempre, de una ventaja que parecía corta y en cualquier descuido podía costar una igualdad. Pero Belgrano no tuvo con qué, no aprovechó las pelotas paradas y antes del cierre, Mauro Castro le puso el moño al triunfo con un golazo. El zurdo recibió antes de ingresar al área apenas tirado a la izquierda y sacó un remate bárbaro, que se colgó del ángulo derecho de Vistarop.
Ahora sí, fiesta en el José María Minella. 10 mil almas revoleando sus camisetas y animándose a soñar. Con cautela, con un equipo que mostró buenas cosas y que tiene mucho para demostrar. Cumpliendo el primer objetivo y dando el paso número uno con firmeza.
Fotos: María Florencia Arroyos/Alva Prensa

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