Nada explicaría su influyente y poderosa posición, si sus conductas y procederes no guardaran una relación gemela como las que han vivido en las últimas horas Marcelo Tinelli y Cristóbal López.
Florencio Aldrey Iglesias, es más de lo mismo y multiplicado, ha prosperado con la transferencia de enormes recursos y bienes públicos que la política le concedió durante décadas. Es un indirecto recaudador, que utilizó al Estado como intermediario.
Sin ir más lejos, y hasta obedeciendo a razones caprichosas, logró restituir la denominación de Paseo Aldrey, expresamente desautorizado por ordenanza y fallos judiciales (ver aparte). Sus acuerdos y/o convenios se tutean con el desconocimiento y la ignorancia de las mandas judiciales, leyes y ordenanzas.
Calificado como hostigador laboral, nefasto ser, empresario de maniobras macabras, conductas mafiosas, usurero, entre otras actitudes, en la última semana fruto de la pandemia que nos azota, sus acciones sufren una acelerada descomposición.
Ello aumenta, lamentablemente, la estabilidad laboral y el riesgo de los trabajadores que integran su pool de empresas. En este caso el Coronavirus no es la cuestión de fondo sino la excusa perfecta.
Aldrey Iglesias usó sus influencias para eludir deudas, reducir obligaciones, vaciando empresas sin pagar las indemnizaciones de ley ni respetando acuerdos. Es un experto en sortear disposiciones, reglamentaciones y leyes en vigencia, contando con la facilitación del poder político y judicial.
Su mega negocio, multimedios, hotelería y shopping se derrumban, arrastrando a todo su grupo, que no puedo sostenerse sin pauta oficial, sin facturar a huéspedes (que nunca tuvo) y suponen otro tipo de delito como el detectado por la UIF, y sin poder cobrar los jugosos alquileres del shopping para cuyos inquilinos “es lo peor que les puede haber pasado” según manifiestan en privado, pidiendo reserva de identidad, debido a que temen represalias.
Jorge Elías Gómez
Aldrey logró imponer el nombre el nombre al predio fiscal de la vieja terminal Sur de Mar del Plata
Luego de algo más de 2 años de disputa judicial en el cual la Justicia local le había dado la razón a la Municipalidad de General Pueyrredon para que el nombre del predio fiscal enclavado entre las calles Alberti, Garay, Sarmiento y Las Heras llevara el nombre “Centro Cultural Estacion Terminal Sur” y mediante un acuerdo formalizado entre el concesionario “Empredimientos Terminal S.A.” y la administración de Guillermo Montenegro permitiendo a la empresa que regentea Florencio Aldrey Iglesias utilizar el nombre de “Paseo Aldrey.- Estose ha conocido en los tribunales marplatenses por una decisión publicada en el medio de la feria judicial de excepción por la crisis mundial del COVID-19.
Hay que remontarse al año 1999 cuando el Estado Nacional le donara a la Municipalidad de General Pueyrredon, mediante la Ley 25166 y luego de la intensa gestión del entonces diputado radical Néstor Saggese, las tierras de esas dos manzanas donde fuera a principios del Siglo XX la Terminal Sur del Ferrocarril Sud en Mar del Plata y con el cargo específico de desarrollar allí un Centro Cultural en beneficio de la comunidad marplatense.
Durante la gestión del ex intendente Gustavo Pulti se llamó a licitación para la concesión de uso del predio fiscal al cual se lo designó como “Centro Cultural Estación Terminal Sur” indicándose que el mismo era comprensivo de las dos manzanas del dominio en cuestión. Luego de la recordada disputa con el proyecto del Arquitecto Pelli, se logró imponer la propuesta del grupo empresario que encabezaba Aldrey Iglesias para la explotación comercial y cultural durante 30 años.
En el mes de octubre de 2015 se inaugura el predio con un centro cultural y un sector comercial, al que se designa como “Paseo Aldrey”; sin embargo el propio Concejo Deliberante sanciona la Comunicación Nº 4697 del 15 de Noviembre de 2015 en el cual establece expresamente que el Ejecutivo Municipal debía exigirle al concesionario del predio que “toda difusión que se realice sobre el bien debía hacerse con la denominación “Centro Cultural Estación Terminal Sur” y ajustarse a las condiciones previstas en el pliego de bases y condiciones.
Sin embargo, como es de público conocimiento, el nombre del lugar comenzó a utilizarse con el apellido del empresario Aldrey Iglesias, pese a que la firma concesionaria la integran varios hombres fuertes de negocios de esta ciudad.
Por esa razón, el gobierno municipal durante la gestión del ex intendente Arroyo le prohibió a Aldrey Iglesias el uso del nombre indebido y le exigió la apertura de la plaza pública que separa el sector cultural del comercial, exigiéndole –además- que retire los carteles colocados con su nombre en el predio fiscal.
No habiendo cumplido el mandato municipal el concesionario, la administración comunal procedió en el mes de abril de 2018 a retirar los carteles y exigirle al concesionario el acatamiento de las ordenanzas que gobiernan esa concesión del Estado Municipal.
A raíz de esa baja de carteles, Florencio Aldrey Iglesias intentó restablecer en la justicia la puesta de los carteles con su nombre en los frentes del predio estatal, sin embargo consiguió un revés en primera y segunda instancia. Motivo por el cual no consiguió durante largos años desvirtuar la denominación histórica del lugar, para usar su apellido como identificación del predio estatal.
Pese a todo, al asumir la gestión municipal Guillermo Montenegro, el empresario Aldrey Iglesias obtuvo –sin la autorización del cuerpo legislativo- un convenio escrito con el Intendente e imponerle ahora sí su nombre para identificar el bien inmueble municipal concesionado, aunque ello vaya en contra de las normas legales, de las resoluciones judiciales y que ni siquiera lograra la homologación judicial.