Política

Alberto no le da la superintendencia a la CGT pero promete fondos para las obras sociales

Alberto Fernández almorzó este mediodía a referentes de los principales gremios de la CGT, que se fueron con una de cal y otra de arena: no podrán definir al reemplazante de la superintendencia de servicios de salud, pero percibirán un aporte a las obras sociales en reconocimiento a su tarea en la pandemia.

“Más de la mitad de las internaciones del país, las hicimos nosotros, sin subir la cuota y atendiendo a grupos familiares enteros. Una terapia intensiva cuesta 20 mil pesos y un hisopado 6000”, dijo a LPO uno de los sindicalistas presentes en el almuerzo que se extendió por más de dos horas.

Participaron el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, la ministra de Salud Carla Vizzotti, el de Trabajo Claudio Moroni, el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.

Por la CGT estuvieron Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Carlos Acuña (estaciones de servicio), Armando Cavalieri (Comercio), Antonio Caló (metalúrgicos), Jorge Sola (seguros), Sergio Romero (docentes) y Roberto Fernández (UTA).

Murió el funcionario de Ginés que controlaba las obras sociales y se abre la disputa por un cargo claveblank

Al asado se aceleró por la muerte repentina de Eugenio Zanarini, superintendente de Servicios de Salud, quien había sido ubicado en ese lugar por el ex ministro de Salud Ginés González García. Los gremios temían que Cristina Kirchner se apoderada del cargo, pero Alberto les garantizó que no.

“Va a elegir a un médico de su confianza”, señalaron varios sindicalistas presentes a LPO. El designado sería Daniel López, pese a la presión por designar a David Aucharán, el actual gerente general del organismo y a quien la CGT proponía para presidirlo.

El aporte a las obras sociales no será por la deuda acumulada por retención de aportes, sino de aproximadamente 11 mil millones de pesos, en concepto de gastos en educación, transporte y discapacidad.

El presidente se comprometió a combatir la inflación que aqueja a los trabajadores y en los últimos meses se fue de control. Mientras que Roberto Fernández le pidió incluir a los colectiveros entre personal esencial a vacunar.

Los gremios aseguran que no recibieron presiones para regular las negociaciones paritarias aunque admitieron que no hay margen para reclamos incumplibles. “Hay que hacer todo de nuevo y la mayoría sabemos que dependemos del Estado”, admitió uno de los presentes a LPO.

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