Acusan al kirchnerismo por los disturbios en la Plaza de Mayo

El gobierno de Mauricio Macri apunta sus investigaciones sobre los violentos incidentes de anteayer en la Plaza de Mayo a grupos anarquistas, piqueteros y revolucionarios radicalizados vinculados con el kirchnerismo. También a agrupaciones mapuches de la Patagonia y a intendentes peronistas del conurbano bonaerense, vinculados con la ex presidenta y candidata a senadora de Unión Ciudadana, Cristina Kirchner.

Según pudo saber La Nación, la Casa Rosada y el gobierno porteño, de Horacio Rodríguez Larreta, analizaron con preocupación los enfrentamientos con destrozos, pedradas y corridas tras la marcha por el primer mes de la desaparición del artesano Santiago Maldonado.

Se registraron allí 23 heridos y 30 detenidos por intimidación pública y atentado a la autoridad. Cerca de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, adelantaron que se incrementarán las medidas preventivas ante posibles nuevos hechos de violencia en las próximas semanas.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó la continuidad de la ministra Bullrich, pese a que durante la marcha se reclamó su renuncia. “Quiero transmitir la paz y la tranquilidad para que todos los problemas, como este caso de Santiago Maldonado, se resuelvan dentro del marco institucional del diálogo y de la prudencia”, dijo Peña a Radio Mitre. Y adelantó que Macri resolvió “una sanción ejemplar” para los culpables.

Ni Bullrich ni el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, hicieron declaraciones. El hermetismo sobre las investigaciones fue absoluto. “Se está investigando a todos los detenidos y no se informará nada oficial hasta que haya resultados. Pero hubo intendentes bonaerenses kirchneristas que enviaron micros a la marcha”, adelantó una fuente de la Casa Rosada.

No descartaron, empero, que hubiera infiltrados violentos externos entre sus aparatos municipales. En la mira están los municipios kirchneristas: La Matanza (Verónica Magario), Berazategui (Patricio Mussi), Avellaneda (Jorge Ferraresi) y Moreno (Walter Festa), entre otros.

También mencionaron a agrupaciones con banderas negras anarquistas y a grupos como Tendencia Piquetera Revolucionaria, Movimiento Revolucionario, Partido Obrero, Quebracho y Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), en la cual militaba Maldonado al momento de desaparecer, varios de ellos con nexos con el kirchnerismo.

“Los anarquistas son pocos, pero están dispuestos a todo”, dijo una fuente de la Ciudad a La Nación. “No son improvisados, tienen entrenamiento y planificación. Tomaron fotos el día anterior de la zona”, agregó otra fuente de seguridad.

El Gobierno busca evitar que se politice el conflicto, pero sus funcionarios pusieron de relieve que Cristina Kirchner y los intendentes no condenaron los actos de violencia.

Peña lo puso en evidencia. “Todos se tienen que expresar en el rechazo contundente de la violencia. Para estos grupúsculos, muy minúsculos y marginales, la condena es total”, señaló. El jefe de Gabinete también pareció apuntarle al kirchnerismo al decir que “hay que tener mucho cuidado con los discursos que fomentan la violencia porque son de alta irresponsabilidad”.

En la Casa Rosada explicaron que “hubo infiltrados que fueron a romper todo” y que “a alguien le sirve, y no es al Gobierno”. Un funcionario lo analizó: “apuestan a generar caos para que los voten para traer la paz social en las elecciones del 22 de octubre. Dicen que Macri es la dictadura e integra un gobierno de ricos”.

Dirigentes del kirchnerismo replicaron que los incidentes fueron causados por el gobierno de Macri para deslegitimar la marcha. “Hay 15 policías heridos por pedradas y botellazos, en estado grave. Nunca atacaríamos a policías hasta dejarlos en ese estado. Es una locura”, replicaron en la Casa Rosada. La misma Cristina Kirchner levantó esa hipótesis. “Ayer vi cosas oscuras, volví a ver oscuridad, gente sin identificación que parecía manifestante pero después aparecía del lado de la policía, con chalecos”, aseguró.

Los incidentes de anteanoche, tras la marcha por Santiago Maldonado, dejaron destrozos y pintadas en las calles aledañas a la Plaza de Mayo. El Cabildo y los edificios vecinos amanecieron ayer con grafitis, con mensajes en contra del Gobierno. La Ciudad informó que gastará casi $ 6 millones para reparar los daños ocasionados. Desde ayer, se realizan las tareas de limpieza e higiene urbana, se reemplazan decenas de cestos papeleros y se reponen contenedores de basura. Se instalarán nuevas luminarias, bancos, baldosas y plantas y se repararán las fachadas.