Antes de su disertación en la V Cumbre Hemisférica de Alcaldes, el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Horacio González, tuvo un encuentro con la prensa local, con la que dialogó sobre la autonomía municipal. “Hay distintos municipios, agrícolas, industriales y cada una de estas realidades necesita una legislación y una forma de gobierno que me permita desarrollar en plenitud la potencialidad de cada una de estas ciudades”, estimó.
Se refirió a la crisis de representatividad y dijo que hay que “superarla” e “impulsar la cercanía de los gobernantes con la gente”. Y en ese sentido dijo que el gobierno municipal “es el eslabón más cercano que tiene la gente, es fundamental que este nivel de gobierno pueda disponer de los recursos en programas y presupuestos provinciales. Un presupuesto que tenga en cuenta las regiones de la provincia de Buenos Aires”.
“Nuestra provincia tiene 307.000 km2 con 15 millones de habitantes, una de nuestras regiones -la mas extensa- tiene 50 habitantes por km2 y nuestro conurbano tiene 4000 por km2, y esto a la necesidad de autonomía porque las realidades son distintas. En el 5 % de nuestra provincia vive el 70 % de sus habitantes. Estas diferencias nos llevan a una necesidad imperiosa de una autonomía municipal que nos permita ir administrando estas diferencias plasmadas en cada uno de nuestros municipios”, sostuvo.
-¿La tecnología también influye?
En la medida que nuestros municipios tengan el acceso a presupuestos propios y a recursos que vayan más allá de las tasas, con los impuestos que nos corresponden vamos a tener acceso a estas tecnologías y a programas que tengan que ver con la cultura y la educación.
-¿Los municipios están preparados para cumplir esta función?
Sí, lo están. Hay que darles las herramientas necesarias para poder llevar adelante estas políticas, creo que nadie mejor que un intendente para saber las necesidades y las problemáticas que tiene su región y su zona. Ellos deben disponer de esos recursos para llevar adelante no sólo la recolección de residuos, el alumbrado, el barrido y la limpieza, que han sido las funciones esenciales y tradicionales que han tenido, pero hoy la población está requiriendo programas que tengan que ver con lo social, con lo cultural, con el empleo y la inclusión y nadie mejor que un intendente para llevar adelante este tipo de programas.
-¿Qué opina de esta Cumbre Hemisférica de Alcaldes?
Yo creo que es un éxito, es fundamental que los alcaldes, los concejales, los legisladores, la presencia de la Presidente de la República, donde cada uno de los estamentos dirigenciales tenga conciencia de que hay que darse ámbitos de debate permanente para lograr medidas que sean originales, porque la problemática va variando día a día. Hay una dinámica en nuestra sociedad latinoamericana que obliga a la dirigencia estar a la altura de las circunstancias.
-¿No cree que entre la problemática y las soluciones aún hay una brecha a saldar?
Sin duda, eso se supera debatiendo y es en el ámbito de la democracia donde se dan estos debates para superar esta brecha. No hubiese ocurrido el 2001 si se hubiese llevado adelante programas como los que se están planteando y como existe esta brecha hay que trabajar para poder solucionarla. Es necesario que el hombre pueda desarrollarse y participar activamente en la organización social a la cual pertenece y este es uno de los objetivos fundamentales. La autonomía no se logra de la noche a la mañana, hay que dar distintos pasos.
-¿Y qué nos puede decir en cuanto a la descentralización de la que tanto se habla?
Se habla de la descentralización para alcanzar la autonomía y para ello debemos ser prácticos, los municipios deben tener participación efectiva en la confección de los distintos programas de gobierno. No es lo mismo un programa de seguridad, de educación o de salud, para un municipio que tiene una ciudad distante 50 km una de otra, que otro que al cruzar una calle tenga 350.000 habitantes más. Se necesitan programas propios para cada una de las regiones. Hoy se habla de regionalizaciones y lo que debemos plantear es una autonomía plena para luego reconocer las necesidades de cada una de esas regiones. Esto no pasa solamente por tener sus propios recursos, impuestos y contribuciones que puedan disponer, es la participación que puedan tener las regiones y los municipios en la redacción de sus programas.