Carta de Lectores, Opinión, Política

Ya estamos transitando el totalitarismo dulce

179171-14_01_2013_10_00_55_171326362 Ya estamos en el “totalitarismo dulce” que es el primer rasgo de “la postdemocracia”, que  se caracteriza por:

1) gobiernos sedicentes (I) democráticos que  se transforman en cratólogos, esto es, en gobiernos a los que lo único que les interesa es el poder y sus beneficios. 

2) Un gobierno donde la palabra democracia continúa siendo utilizada, pero en realidad, lo que recubre es algo muy próximo a la oligarquía. 

3) Otro de los síntomas de la postdemocracia  es la exaltación de la defensa de los derechos humanos de tercera generación hasta transformarlos en ideología y la pérdida e incumplimiento constante y cada vez más profundo de los derechos de primera y segunda generación.

Y mientras tanto el peronismo ha sido transformado en una bosta, más precisamente en una boñiga, que es la bosta líquida, ya que la bosta sólida se denomina retaca y por lo menos sirve para hacer fuego y calentarse. Así el peronismo como boñiga es el que levanta la oposición. Es el que encarnan los personajes del “la monserga peroniana” de las frases hechas y del pensamiento establecido.

El totalitarismo “dulce” se da en los sistemas “sedicentes” democráticos, pseudos democráticos o que sólo cumplen con la formalidad democrática, cuando el oficialismo desde el poder puede manejar a su gusto e piacere, la oposición. Distinta es la hegemonía que se produce cuando el discurso político de una nación está homogeneizado por un solo partido.

¿Qué está permitido esperar a todos aquellos patriotas nacionales-populares en serio?.

Una redoblada lucha para romper con la inercia política actual en donde todo marcha viento en popa para unos pocos que se enriquecen a costilla de “los muchos”, pero llevando adelante la bandera de “esos muchos”.

Hemos llegado al simulacro perfecto, a la estafa política, al cinismo más agudo de la postmodernidad, aquel que hace creer al perjudicado (el pueblo) que está siendo beneficiado por aquel (el gobierno) que, en los hechos, lo está perjudicando.

Si  los auténticos peronistas, los nacionalistas, los nacional-populares no retoman la lucha por romper con el cinismo político del totalitarismo dulce, sólo se va a poder esperar, lo mismo que esperaba Heidegger cuando estaban entrando las tropas rusas en Berlín:Que el final no se demore.

“Politológicamente sólo hay dos salidas al totalitarismo:

1) O se rompe la inercia política con acciones políticas en contrario o,

2) Se espera que el totalitarismo como Saturno(II), tal como decía el político y ensayista francés Honoré Riqueti de Mirabeau (1749-1791),  se coma a sus propios hijos. Y esto último puede llevar un cierto tiempo.

 

Lic. Abel Ayala

(I) Se aplica irónicamente a la persona que se da a sí misma tal o cual nombre, sin convenirle el título o condición que se atribuye.

(II) Con el mito de Saturno nació una de las alegorías más estremecedoras acerca de la transformación que el ansia de poder ejerce en los seres humanos.

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