Juan Antonio Ferreira. Uno de esos casos que demuestran que la masividad no lo es todo en la música: fiel a su estilo, sigue cultivando un perfil bajo que le ha hecho bien a su carrera. Esto, si bien no le permite llenar estadios, sí le posibilita continuar en los escenarios con un bagaje de canciones inoxidables y siempre fiel a sí mismo.
Acostumbrados a verlo en solitario, esta vez llegará a la ciudad con Beto Topini en batería y Pablo Santos en bajo, quienes integran el power trío con el que JAF, así se lo conoce más, recupera parte de la energía que lo vinculó a míticas bandas del rock nacional. El artista pisará este viernes, desde las 22, el escenario de Abbey road (Juan B. Justo 620).
Cercano siempre al blues, lo singular fue que se convirtió en una de las pocas personas en lograr que el blues pueda comunicarse en castellano, algo muy difícil. Con algunas versiones populares de Eric Clapton, por ejemplo, se instaló en la década del 90 como uno de los solistas que más prometían.
Posiblemente el presente no lo encuentre en el lugar que uno presagiaba, pero sí al menos lo muestra como un profesional de la canción. Si algo se destaca de su presencia, es una voz inigualable: precisa, cuidada. A partir de ahí, con una herramienta envidiable, es que JAF se mantiene con un público que lo sigue y lo admira.
Como se informó, la presentación en Mar del Plata será con su agrupación más poderosa y ruidosa, sobre todo. El objetivo es correrse un poco del lugar donde se lo ha puesto actualmente y demostrar que, las raíces, no se pierden. Entre rock clásico y algún blues, JAF se prepara para volver este viernes a la ciudad.
