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Visto, oído y comentado en el H.C. Delirante

Ideas de locos, el amateurismo al servicio del Estado, sale muy caro, pero existen casos desopilantes. Acá van algunos de ellos: los quioscos de Ciano, el subterráneo de García Conde y la bicisenda de Daniel Katz.

De papelones registrados. Los cronistas del Concejo no olvidan grandes papelones políticos, muchos de ellos fruto de quienes buscan un minuto de pantalla, no tienen nada que decir o simplemente hablan para salir del paso de alguna situación embarazosa, sin medir las consecuencias. Debería haber un ranking de estos papelones propios de una mesa de café, que es muy distinto a tener que mantenerlos con dinero público, como empleados de los contribuyentes.

Vamos a empezar por el último. El actual presidente del Concejo Deliberante y ex secretario de Gobierno doctor Ariel Ciano saltó a las páginas del multimedios La Capital, con una propuesta descabellada, imposible de concretar desde el vamos. Desbordado por los aprietes políticos sobre la falta de lugares de carga de la tarjeta de aproximación, dijo que había tomado contacto con canillitas con quioscos de venta de diarios y revistas.

Sólo 1 de 350 agarró viaje. Hay 350 quioscos instalados en la ciudad, sólo uno de ellos, el que funciona en la Estación Terminal de Ómnibus, obligado, tomó el compromiso en la explotación de Néstor Otero. Los canillitas cierran los quioscos después del mediodía, por temor a perder la vida por 20 o 30 pesos, por la venta de diarios. A quién se le puede ocurrir que aceptarían ser cargar tarjetas por centavos de rentabilidad. Sin embargo a Ciano se le ocurrió como idea original. Una historieta de SUBE propio, que Schiavi se la perdió.

 El subterráneo marplatense. Otra de esas ideas descomunales se le ocurrió a Diego García Conde, quien propuso en una sesión construir una red de subterráneo para abaratar los costos del transporte y aliviar la ya complicada problemática del tránsito en la ciudad. Sin embargo la idea del edil del Frente Grande, fue titulo de los diarios en el año 2000. Las crónicas dirán que en algún momento de la historia de la ciudad, a un concejal se le ocurrió construir el primer subterráneo de la ciudad.

La bicisenda que no fue. El ex intendente y ex diputado nacional Daniel Katz le erró con un tema de su “especialidad”, la arquitectura. Tuvo que recular en chancletas cuando dispuso la construcción de una bicisenda en Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos en Playa Grande, Chica, Parque San Martín, Cabo Corrientes y Torreón del Monje. Imaginando un rédito político, se olvidó del tablero y la regla de cálculo, y los comerciantes del lugar le hicieron un piquete, que lo obligó a levantar la bicisenda que duró una semana y que pagaron todos los contribuyentes marplatenses.

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