Ciudad, Política

Visto, oído y comentado en el H.C. Delirante

blankEyectado en el acto. ¿De quién es el curro de camión volcador y la pala mecánica en Sierra de los Padres?, la pregunta parece que no se formuló en el lugar adecuado y muchos menos ante las personas indicadas. Inmediatamente se le pidió que se retire del lugar, al desubicado.

blankLa vigilancia manos a la obra. La inoportuna pregunta tuvo un desenlace poco frecuente. Y en importante despacho del Palacio Municipal, una colaboradora inmediata del intendente, consideró como impertinente la curiosidad, de conocer detalles del alquiler de ambos rodados. De nada valieron las explicaciones.

blankSe lo llevaron de las pestañas. El desalojo fue compulsivo, y un miembro de la seguridad privada debió invitar al interrogador a retirarse del despacho. Quienes presenciaron la escena, quedaron asombrados, ya que consideraron como ingenua la pregunta. Tampoco valieron las justificaciones del involucrado, próximo a jubilarse casi lo hacen anticipadamente.

blankLas inversiones de “Aimé”. Cuesta instalarse en política y nadie es profeta en su tierra. El ministro tenía sus ilusiones y la carrera próspera desde la cartera de Economía, lo animaron a invertir en su ciudad. Pero los números no le dan. En nota firmada por el periodista Santiago Fioriti, se conoció que “Aimé” sólo tiene el 50 % de conocimiento en la ciudad, y de ese porcentaje sólo el 15 % aprueba su gestión.

blankUn porcentaje muy magro. Casi famélico no es para instalarse, sino para hacerse a un lado y pensar en otros horizontes. Por las dudas invirtió bien en la ciudad, pensando en el futuro“los ladrillos son un buen refugio para los ahorros”, decían nuestro abuelos. Por ahora no estará en la pelea por la intendencia.

blankRápido de reflejos. Cambió de Norte y “Aimé” luego de aumentar sus apariciones públicas en la ciudad, (con las encuestas en la mano) se lanzaría por el sillón que tiembla, que no es el otro que el de Macri, que es Mauricio.  Rápido encontró otro regazzo político, en este kirchnerismo que busca candidatos a lo largo y ancho del país.

blankTodos por la misma tijera. El que también invierte políticamente en su ciudad natal, en este caso Tandil, es el titular del ANSES, una caja de goma que sirve también para sostener alguna campaña deportiva de un club popular, que lucha para ascender a la Primera B. Diego Bossio arrimó refuerzos para los aurinegros, que quedaron afuera anoche en Paraná. Ahora irán contra la CAI y en ese sentido Bossio invirtió mal.

blankComo bolsillo de payaso. Pero ante el fracaso de Santamarina, Bossio se ha convertido en una especie de Ricardo Fort en la ciudad serrana, y sus habitantes pueden disfrutar con entrada gratuita de espectáculos deportivos como el “Showbol”, con figuras que no están vigentes pero que son muy convocantes.

blankReaparición de un ñoqui K. La marcha de los Pueblo Originarios marcó la reaparición pública de un cuestionado funcionario de Daniel Katz. Aldo Albarracín tenía en esa gestión el manejo de las ONGs, pero no le duró mucho. Debió partir y ya dejó de ir vestido de traje a agitar los trapos cerveceros en Once Unidos. Ahora el militante se quedó sin salario público, que extraña y mucho, se encolumna en la Marcha de los Pueblos Originarios.

blankLos afiches y las ideas. Las pantallas de la zona céntrica, con el epitafio de jóvenes de SMATA enrolados bajo la agrupación Roque Di Caprio, mostraba a De La Rúa y Cobos. “El que se quema con De La Rúa, lo ve a Cobos y llora” y  “¿Qué le falta a Cobos?: tiempo y un helicóptero”, se reflejaba en los mismos.

blankRoque “El Tano de Oro”. Quienes frecuentamos a Roque Di Caprio, en las duras épocas de la dictadura militar y en el retorno de la democracia, conocimos y supimos de los valores de Roque.  Peronista visceral, frontal, buen amigo y solidario eran algunas de sus virtudes. Ahora con su nombre se pegan carteles de dudosa creatividad, por falta de chispa digamos. Y bueno es lo que hay, en los tiempos que corren así se pelean los posicionamientos políticos y se resuelven lugares en las listas.

Deja un comentario