La gran cantidad de agua caída en el último tiempo no hizo más que desnudar las grandes falencias infraestructurales del campo bonaerense. Quién se hace cargo de las obras y el mantenimiento. La queja del agro. La respuesta de la Provincia.
Además de la declaración de desastre y emergencia agropecuaria para 54 distritos de la provincia de Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli anunció que se destinarán 38 millones de pesos para la reparación de los destrozados caminos rurales, un problema que aqueja a la gran mayoría de los partidos bonaerenses y que no está relacionado de manera directa con las últimas grandes lluvias y la consecuente catastrófica inundación. Los caminos son un desastre desde hace un buen tiempo.
Familias enteras aisladas, cientos de chicos sin poder ir a la escuela y miles de toneladas de soja, maíz o trigo a la espera de que alguien los vaya a buscar. Sin caminos no hay educación. Sin caminos no hay producción ni desarrollo. Pero como se dijo antes, el inconveniente no es nuevo y no tiene que ver con que en gran parte de la Provincia ya haya llovido el doble de lo que llueve en todo el año.
“Hablamos con el delegado del cuartel y nos dijo ‘chicas, tengan paciencia’, pero la paciencia pasó, ya que llovieron 40 milímetros nada más, pero todo está bajo agua. Está toda la calle de la estación Krabbe con agua, que llega hasta la puerta de la camioneta. No se puede pasar, y para la escuela es imposible hacerlo. Nosotros no llegamos, y por supuesto que los chicos tampoco. Hace una semana que están perdiendo clases”.
Las desgarradoras palabras (en tiempos en que el tema de la educación de los chicos está tan polemizado) pertenecen a una maestra rural del partido de Coronel Pringles y, claro está, hacen referencia a un camino de tierra (más bien de barro) que no les permite llegar a la escuela. No fueron pronunciadas en estos días, tienen aproximadamente dos meses. En ese entonces nadie hablaba de lluvia ni de inundación.
“El mal estado de los caminos tiene varios orígenes. Ante todo, la lluvia que ahora se ha generado. Ha llovido más del doble de lo que normalmente llueve en un año. Hace diez o quince años que no hay un régimen de lluvias como éste. Y quizá en estos diez o quince años no se han tomado las medidas de precaución necesarias. No se han hecho las reparaciones de los caminos, ni nadie pensó que en algún momento podía caer esta cantidad de agua”, cuenta a La Tecla el titular de la Sociedad Rural de Chascomús, Raúl Naufel.
El ruralista agrega que “además de la falta de mantenimiento, en estos últimos años se ha incrementado el uso de los caminos, se ha incrementado el tonelaje de los camiones que andan encima de esos caminos. Así como hay más autos en las ciudades, hay más vehículos que andan por los caminos rurales. Ha habido un mayor uso, un mantenimiento inadecuado y un exceso de lluvias; ese combo hace que tengamos los caminos en pésimas condiciones”.
Por su parte, Aldo Bergamino, presidente de la Asociación de Productores de Alberti, sostuvo en igual sentido que “los caminos están muy comprometidos. El agua nos agarró justo al momento de la cosecha. Hubo hundimientos y anegamientos. En determinados lugares no se podía entrar ni salir, y las pérdidas fueron muy sentidas. En la totalidad del partido debe haber quedado un 20 por ciento de la cosecha sin levantar”.
¿Soluciones? Por ahora, poco y nada. Primero habrá que esperar que baje el agua, y luego los municipios afectados tendrán, al menos, los 38 millones de pesos anunciados por el gobernador Scioli, que, vale destacar, aún no se sabe cómo serán repartidos. Por lo menos en Carbap no lo saben. ¿Se pondrá fin al problema? Seguramente no. Tal vez una solución sea volver atrás con la vieja ley 13.010, que allá por sus inicios repartía mejor para el campo.
“Había una descentralización del impuesto Inmobiliario Rural, por lo que el 25 por ciento de lo recaudado era para el mantenimiento y obra en los caminos rurales. Pero hubo modificaciones posteriores y los caminos quedaron olvidados”, explica el titular de Carbap, Horacio Salaverri, en referencia a la mencionada ley.
Con tono de resignación pero, contrariamente, a la vez de esperanza, añade que “el Estado ha fallado, y la idea es darles fuerza a los consorcios de productores rurales que tan exitosos resultan en Tandil, Tres Arroyos y Benito Juárez . En base a eso veremos si logramos que los intendentes deriven los fondos y que Provincia, además de los fondos que pueda aportar, también logre políticamente que los intendentes apliquen ese 25 por ciento a los caminos rurales”.
Se puede decir que el clima les jugó una mala pasada al campo y a la Provincia toda. Catorce millones de hectáreas (16 dicen desde Carbap) quedaron prácticamente bajo el agua y, como es de esperar, la producción 2014-2015 se verá seriamente afectada. En muchos casos el agro se quedó sin pasada, sin caminos. Ahora, los la-mentos. Mañana, las enmiendas. Pasado, cuando la que apriete sea la seca, quizá alguien se acuerde de la prevención.
La Tecla
Bien La Tecla, y el que no lo crea que se acerque al campo y verá la realidad de lo que se viene para lo que queda del año y el año que viene.