Mientras que la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza elige autoridades. Bombas de estruendo a cada instante, bombos que no paran de sonar, y varios grupos de manifestantes que se hacen sentir desde ayer en las inmediaciones al Hotel 13 de Julio, conmueven a los vecinos de Mitre y 9 de Julio.
Los marplatenses que habitan en la zona al igual que los directivos de al menos cuatro escuelas, denunciaron una y otra vez el accionar de las barras por ruidos molestos, rotura de vidrios y pájaros que se estrellan contra los cristales.
La caótica situación derivó en que cuatro establecimientos educativos interrumpan el ciclo lectivo hasta que finalice el acto eleccionario en dicho hotel.
Personal policial llegó hasta el lugar alertado por los ciudadanos y decidieron en primera instancia cortar parte de las arterias y luego le sugirieron a los colegios suspender temporalmente las clases. No solo por los excesivos sonidos, sino también por seguridad ante posibles desmanes.
Los vecinos se encuentran totalmente alterados por la situación, ya que no pueden llevar a cabo su vida de manera normal. El ruido ensordecedor fue participe de la rotura de ventanas en diferentes viviendas, en una problemática que comenzó en el día de ayer y continuará hasta la tarde del jueves.
No hay diferencias entre las conductas de los sindicatos y los barrabravas. Las autoridades políticas, judiciales y policiales les tienen miedo; por eso actúan con total impunidad. Es el colmo de los colmos que ante denuncias vecinales y escolares se “resuelva” el cierre de calles al tránsito y aconsejar a las escuelas que suspendan las clases.
Sí… es como dije: les tienen miedo.
Me recuerda al caso de la UOCRA, gremio de patoteros si los hay. Cada vez que se celebra el Día del Niño los uocristas cortan la calle Olazábal –una arteria clave en el complicado tránsito de la zona de la nueva Terminal– durante casi todo el día, pese a tener un inmenso salón de actos en su sede.
Cuando los vecinos hicimos el correspondiente reclamo, nos dicen que, como todos los años, están autorizados por la Municipalidad.
Sí… es como dije: les tienen miedo.
Gracias Néstor. Es una verguenza.