Política

Sin verdad, sin memoria y sin justicia

El kirchnerismo, la última de las versiones del peronismo, bastardeó a la entidad de los Derechos Humanos, politizando su ejercicio. No sólo por el episodio Sueños Compartidos. Demostró un sentido muy particular sobre la apropiación indebida, no sólo por haber sido el gobierno más corrupto de la historia.

La Dictadura Militar o Proceso de Reorganización Nacional, constituyó el pretexto o la excusa para salir airoso de la verdadera cuestión de fondo: el gobierno de María Estela Martínez de Perón y de José López Rega. Casi sería caer en un exceso referir a cuál era su procedencia. De ninguna manera ese reconocimiento lleva a la justificación de un Golpe de Estado ni a la desaparición de personas ni a las atrocidades cometidas por la Junta Militar.

La ausencia de los términos República y Democracia en el manual del peronismo, han conducido a la Nación a verdaderos estados de shock que han tenido diversas salidas. El problema es que el gobierno de CAMBIEMOS que conduce el presidente Mauricio Macri, es una de ellas, porque les ha ganado una elección. El objetivo es volverlo vulnerable y vaciarlo de poder a cómo de lugar en el próximo turno electoral legislativo.

blankSi el kirchnerismo consideró a su gobierno como una década ganada, con instrumentos falaces y violando las instituciones, cómo van a perder la oportunidad de usar la misma máscara para desviar la historia de lo ocurrido hace 41 años, en 1976. Si han sostenido la mentira en forma contemporánea, como no hacerlo con hechos que sucedieron hace casi medio siglo. Es la gran trampa para captar a la juventud.

La reparación política, moral y social que encabezó el doctor Raúl Alfonsín en 1983, fue y es un orgullo de los argentinos en todo el mundo, precisamente por la defensa ejercida de los Derechos Humanos. Su presidencia rompió el pacto militar – sindical que se auspiciaba desde el peronismo, para que los responsables de los crímenes de lesa humanidad quedaran impunes.

El juicio y condena a los miembros de las juntas militares se logró mediante el coraje cívico, dentro de las instituciones en las cuales fueron juzgados. En 1983 el candidato del peronismo Italo Argentino Luder, no llevaba en su plataforma política el juicio a los militares represores. Con la recuperación de la democracia hubo juicio y castigo a los culpables, con los mismos dentro de las FF.AA. Mientras Saúl Ubaldini, líder de la CGT, (luego diputado nacional de Carlos Menem) encabezaba 13 paros generales (hacía la Gran Baradel) contra un gobierno democrático, que intentaba salir de gobiernos como el de Isabelita y los militares. Isabelita era la integrante de la fórmula Perón – Perón, en 1973.

blankLos Derechos Humanos no tienen partido político, se los defiende sin reparar el color o la identidad. Transformar el 24 de marzo en una protesta política de la oposición, es algo más que un error, es un verdadero acto de desestabilización con proyección destituyente, que en algunos no pasó precisamente desapercibida, a partir de declaraciones y consignas.

Ese apego al desvío institucional vuelve golpista al peronismo, por acción y no por omisión, como lo registra la historia. Esa mirada bizca y parcial, ya no es casual. La utilización de los Derechos Humanos, es un exponente de la política a cualquier precio, cuando quienes la impulsan están haciendo vigilia en los Tribunales de Justicia, imputados por hechos de corrupción que han vaciado al país.

El extravío militar de la Junta que encabezó Jorge Rafael Videla, permitió tapar, ocultar y disimular el enfrentamiento entre la Triple A y los Montoneros y la violencia que arrasó al país en los ´70, una verdadera tragedia nacional. Este eslabón de la historia argentina, quedó sin sellarse, por la monstruosidad del golpe militar. Tras la muerte de Juan Domingo Perón, el país quedó en manos de Isabel Martínez y José López Rega, debido a ello esa recurrencia a la victimización que todo lo justifica.

blankEn la actualidad el peronismo reitera su búsqueda de una salida a través de movilizaciones inducidas, basadas en algunos casos en reclamos legítimos, pero que tienen como objetivo recuperar el poder y repetir el ciclo, que asegure amnistía para todos los kirchneristas involucrados en hechos de corrupción. Así como en 1983, el P.J. les aseguró con Italo Luder a los militares que actuaron en la represión, que se llevó la vida de miles de jóvenes argentinos inocentes, que llevaron su ideología al fanatismo. Los líderes montoneros enriquecieron con ese manejo político, enriquecieron en sentido literal es hacer fortuna personal.

El peronismo del Frente Renovador, el Grupo Esmeralda, el Grupo Fénix, Randazzo, Massa, Bossio, los mariscales del sindicalismo peronista, todos los que todavía andan dando vueltas, han decidido ser funcionales al kirchnerismo por una cuestión de poder,  en las manifestaciones y consignas de las últimas semanas, han dejado de actuar con la grandeza que requiere el país y espera el pueblo argentino. No dijeron nunca una palabra de las atrocidades de la gestión kirchnerista, eso los delata, es un dato revelador de su complicidad política, el aporte es su silencio.

Ser tan burdo y torpe se paga en política, generalmente se provoca el efecto menos deseado, pero los desbordes de la impaciencia y la intolerancia también producen como desenlace la equivocación. Con este pretexto de la marcha del 24 de marzo se subirán a los debates sobre inflación, energía, jubilaciones etc. es decir sin verdad, sin memoria y sin justicia.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

2 Comentarios

  1. Excelente comentario. Perfecto en todo sentido.
    Y me pregunto, en caso de que estas bestias descerebradas recuperen su poder, qué pasará cuando se cumplan 50 años del golpe militar, cuando se cumplan los 100 años, los 150…
    Si ellos nuevamente perderían el poder por elecciones democráticas, pues directamente incendiarán el país.

  2. Excelente comentario. Una cruda foto de la realidad politica argentina

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