La medida afectará a los usuarios y trabajadores más humildes y fue anunciada por empresarios y sindicalistas, acompañados por sus asesores letrados César Sivo y Marcelo Abal, ante le pérdida de una nueva unidad de transporte incendiada en las últimas horas, la cuarta en el último mes y la vigésima en un año.
Es una decisión que las partes evitaron adoptar, pero ante la inacción de las autoridades competentes, se resolvió proteger la integridad física de los choferes y no exponer a los mismos a nuevos ataques vandálicos.
Lo realmente llamativo, es que ni bien se anunció el paro por los atentados, que coincide con las temperaturas más bajas del año en ese horario, las autoridades municipales convocaron a una reunión, con el objetivo de dejar sin efecto la medida, para no pagar el costo político ante los pasajeros que hacen uso del sistema, en ese horario para ir a trabajar y estudiar, mayoritariamente.
Mientras los colectivos se incendian y los choferes corren riesgos de sufrir ataques físicos, ante la acción desenfrenada de los delincuentes, no hay ningún tipo de avance en las investigaciones. Tanto las autoridades policiales como la Fiscalía General cuentan con abundante documentación y pruebas aportadas por los damnificados, sin que hayan prosperado las investigaciones de los hechos, que desde hace años se producen en la ciudad.
Ni la policía ni la justicia han podido frenar esta ola de atentados, detrás de los cuales pueden advertirse (según lo manifestado) las derivaciones de una interna gremial, pero no han hallado un fósforo, un litro de nafta ni se sabe de allanamientos.
No hay decisión política de finalizar con esta anacrónica situación. Miles de pasajeros sufrirán el paro. Son aquellos que no tienen dinero para el remise o el taxi, quienes no tienen nadie que los vaya a buscar, por ello las autoridades municipales (Secretaría de Gobierno) tienen la palabra y la responsabilidad de volver el servicio a la normalidad.
Ahora con el paro dispuesto, interviene la autoridad de aplicación del contrato de concesión, pero una vez que la medida quede sin efecto, aparecerá la zona liberada para que esta cadena de atentados siga impune.
Don Elias Gomez:
¿Podría citarnos un solo caso de un trabajador del volante herido en alguno de los incendios?
Porque lo que yo recuerdo es que los trabajadores heridos que hubo en los últimos años siempre fueron producto de robos y no de quemas.
Salvo uno, que tuvo la intención de tratar de salvar el colectivo y apagar el incendio, el resto siempre fue bajado o no estaba ni siquiera cerca de la unidad.