Schiavi es uno de los hombres que componen el influyente círculo de autoridades gubernamentales, que se nutren de La Cámpora, ocupan y apuntan a ocupar áreas estratégicas en los distintos ministerios.
Para los menos advertidos, estas señales políticas son parte de las luchas intestinas que se libran en el oficialismo, por ganar los espacios de poder. En este caso los damnificados fueron Carlos Cheppi, Adela Segarra y Daniel Rodríguez olímpicamente ignorados por el funcionario nacional, quedando identificado con claridad que se respeta la línea de Daniel Scioli, aún cuando Gabriel Mariotto haga tocar algún bombo en el Payró.
Schiavi es un hombre del riñón de la Casa Rosada donde se manejan los números de las encuestas del Ministerio del Interior, para más datos. A buenos entendedores, pocas palabras bastan
Ayer al comienzo de su alocución, Schiavi contó que “hoy cuando llegaba a Mar del Plata, me llamó la presidenta de la Nación y aprovechó para mandarle un saludo al intendente, al ministro y a todos ustedes. Ella quería estar acá, tenía toda la intención y seguramente lo va a hacer cuando se inaugure la obra porque ha sido un tema que lo fue siguiendo. Era muy importante y trascendente para Mar del Plata por este concepto que decía Gustavo: activar el puerto como un gran motor industrial de la ciudad y generar una mejora en una de las fuentes de ingresos más importantes de la ciudad que es la actividad turística”.
Pobre felpulti, lo agarraron de las p, es increíble cómo los peronistas invadieron la Ciudad y pusieron a sus autoridades de rodillas, luego de la feroz apretada del “caño maestro” y asfixiarlo financieramente y soltarle aire a cambio de obediencia, o no es buen político o no se supo hacer valer o monetariamente no es autónomo, me hace acordar cuando los yanquis cooptan/ban un país de la misma forma, poniendo “virreyes” o embajadores… Tal vez lo único positivo con esto, es que si el FPV lleva a Felpulti, no podrá llevar a Cheppi… Salud!!