Reuniones de gestión. Pero también una forma, con el sello macrista, de acercar a sus ministros. María Eugenia Vidal organizó, para la semana que viene, un retiro de su gabinete en Chapadmalal, en el antiguo edificio del complejo hotelero que pertenece al Estado Nacional y que fue utilizado para “turismo social”.
Será una suerte de una gran reunión de gabinete de dos días: comenzará el jueves a la noche y terminará el sábado al mediodía. El viernes Vidal ordenó comenzar bien temprano el día de trabajo.
En principio, el retiro servirá para realizar una evaluación de los nueve meses. Además, habrá una revisión de los planes de los ministerios, una charla sobre la situación política y otra sobre la comunicación y la opinión pública.
Para la tarde, Vidal escuchará la presentación de proyectos estratégicos del Gobierno para ponerlos en común con su gabinete: trabajo “con el equipo”, como suele repetir. Una mímesis de lo que aparece también en los focus group.
La organización está a cargo del secretario general, Fabián Perechodnik (quien eligió el lugar), Federico Suárez (secretario de Comunicación) y Roberto Gigante (Coordinación).
También habrá espacio para hablar de los planes para diciembre y de la coyuntura política. “Hay que llenar de contenido las reuniones para que María Eugenia no esté retándonos todo el día”, suelta, risueño, uno de los ministros.
Aparecerá también el “Santiago del Moro” del gabinete, el apodo que le pusieron a Federico Salvai, ministro de Gobierno y armador político de la gobernadora, quien suele preguntar de todo cuando alguien expone. Vidal deberá ocupar, durante algunas horas, el rol de maestra: ya tuvo que separar de las reuniones de gabinete a Salvai de Cristian Ritondo porque terminaban riéndose con videos y fotos virales de la web. Cosa de peronistas.
“Gastemos lo mínimo posible”, le dijo, sin rodeos, Vidal a sus funcionarios. El anterior, en Luján, había salido más de $ 100 mil en alojamiento. Este, saldrá gratis el uso del complejo.
Como el hotel 1, (el VIP), está cerrado, los funcionarios estarán en bungalows donde está instalada la casa presidencial, la de la gobernadora y los bungalows de huéspedes. Claro, en La Plata creen que seguramente haya ministros que sea vean obligados a compartir habitación. “Habrá sorteo en el reparto de habitaciones y compañeros de cuarto”, adelantan los organizadores.
El menú será básico: el mismo servicio que ofrece el complejo. Nada de excentricidades. Pero ya hay ministros que se anotaron para animar un asado. “Muchos quieren hacerlo pero después no compran ni la carne”, se queja otro de ellos.
El retiro no será el primero. El anterior, en abril, llenó al gabinete de anécdotas. Desde el uso del karaoke, donde el ministro de Agricultura, Leonardo Sarquis quiso imponer sus años de estudio de comedia musical, hasta el vino tinto. Y de buena calidad. Excéntrica calidad. “Esta vez nada de alcohol”, promete uno de los organizadores. Habrá que creerle.
El evento había sido realizado en el Howard Johnson de Luján. Y hay expectativa: dicen que los funcionarios del área jurídica son buenos contadores de chistes: el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari y el secretario Legal y Técnico, Julio Conte Grand.
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