A días de las fiestas era imposible que la Catedral permaneciera cerrada y con el esfuerzo de la empresa COARCO, que colocó en el interior de la misma, redes y mallas de protección que garantizan la seguridad para todos los que desean visitarla, el Obispo Antonio Marino dio a conocer la noticia y gestiona con los gobiernos locales, provinciales y nacionales un subsidio que le permita solventar las dificultades edilicias.
Uno de los símbolos de los marplatenses como La Catedral, dio muestras de abandono en su interior y la mampostería comenzó a caerse, resultando peligroso para los fieles y todo aquel que visitara el Templo.
Justamente por eso mediante una gestión del Obispo Marino al igual que el Cura Párroco Presbítero Gabriel Mestre, comenzaron las reuniones para buscar una solución inmediata para frenar los problemas edilicios y de esta manera se convocó a integrantes del gobierno local y provincial.
Asimismo Marino agradeció “a la empresa COARCO S.A. su buena disposición de siempre para con la Catedral y también la colaboración de todos los fieles, que a través de la “Obra de Todos”.
Finalmente el Obispo aseguró que “continuamos en diálogo con autoridades municipales, provinciales y nacionales para gestionar a la brevedad algún tipo de subsidio que nos permita arreglar de forma definitiva estas dificultades, para no vernos obligados a cerrar nuevamente la Catedral en un futuro inmediato”.
