Quilmes saltó al campo de juego con una formación baja y veloz con Cequeira, Vildoza y Baxley, para de esta manera tratar de contrarrestar el peligroso perímetro que le proponía su rival y vaya si le dio resultado esa movida al “tricolor”, que se adueñaba del marcador, con un gran trabajo defensivo y siendo efectivo en ataque, sacaba una luz de 9 puntos, 11-2, por lo que Pagura metió mano en su equipo mandando al campo de juego a Acuña por Hernández y el debutante Carlos Strong por Rodríguez, logrando igualar el marcador en 14 puntos por bando a falta de 2:35 por jugar, aprovechando algunas desconcentraciones en ambos tableros del conjunto local. A pesar de eso el “Tricolor” pudo quedarse con el primer chico por la mínima 17-16.
Ciclista de la mano de su nuevo extranjero y Acuña, complicó a Quilmes, que no encontraba la manera de parar el pick & roll de Palacios con el pivote, metiéndole un parcial de 0-4 (17-20) en el arranque del segundo parcial. Con el correr de los minutos el juego se fue emparejando entrando en un bache donde ambos intentaban sumar desde el perímetro sin éxito, intercambiando punto por punto y error por error. Sin embargo, sobre el cierre de la primera mitad, el “Tricolor” ajustó la defensa y volvió a ser contundente en ataque clavando un parcial de 13-0, para llevarse ese primer tiempo por 12 puntos, 40-28.
Tras un inicio con algunas imprecisiones en ambos bandos, nuevamente los de Ramella tomaron el control de las acciones, primero doblegando la marca en zona que le propusieron los de Pagura y luego para defender y salir velozmente de contragolpe estirando la ventaja a 17 puntos, 49-32, cuando promediaba el tercer capítulo. La visita encontró algunas soluciones a partir de la tarea del boricua Strong, quien asumió las responsabilidades en ofensiva, acortando la brecha a 10 puntos, 57-47. Pero una vez más, el local cerró mejor el cuarto, esta vez con un triple contra la chicharra de Walter Baxley que le daba una renta de 14 puntos, 66-52, de cara a los últimos diez minutos.
Los marplatenses mantuvieron la concentración en ambos lados, con una muy buena tarea de sus perimetrales, Vildoza, Cequeira y Baxley, más lo que luchaban en la pintura Maciel y Wolkowysky, controlaban el juego estirando la ventaja nuevamente a 19 unidades, 76-57 cuando quedaban cinco minutos en el reloj, ante un rival que se cargaba de faltas perdiendo por acumulación a Patricio Rodríguez que venía haciendo un buen partido. Al igual que en el duelo entre ambos equipos en Junín, Quilmes no cometió errores sobre el final del juego, obteniendo un nuevo triunfo en casa, esta vez por 20 puntos, 84-64, manteniendo el invicto en Once Unidos.
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