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Quilmes mostró otra cara y se recuperó frente a Hispano

quil3_y4_aiQuilmes cambió su cara. Mejoró como equipo y superó a Hispano con justicia 83-68. Eric Flor, que suplantó a Enzo Ruiz (lesionado al minuto de juego) fue fundamental. Lo mismo que Olu Famutimi quien anotó 24 puntos y lideró la ofensiva.

No es más que un juego ganado en una carrera que se supone muy larga en el torneo. Como tampoco fue más que un partido perdido el viernes ante Peñarol en el clásico. Pero se sabe que cada partido dice más que el resultado y que convierte un juego en un detonante o una solución. Quilmes logró en 40 minutos frenar eventuales disparadores de complicación.

Y lo hizo en un juego que se complicó de entrada con la salida por lesión de Enzo Ruiz que sólo permaneció en el juego 1 minuto y 50 segundos. Enseguida tuvo que saltar al campo Eric Flor, quien tuvo un papel preponderante en el resultado de juego. De sus manos y de Olu Famutini salieron las máximas premisas de Quilmes en la noche.

Tan determinante fue lo de Flor que por un largor rato Bianchelli decidió correrlo de escolta a base y respondió brillante. El alero extranjero fue el otro que saldó deudas del partido inicial. Fue determinante en el máximo secreto que tiene este juego: meter la pelota en el aro rival.

Quilmes tuvo dos cuartos netamente a favor para justificar la victoria. El primero y el último. Comenzó mejor con un juego aceitado de rompimiento de Flor y encontrado dos tiros abiertos (Famitumi y Flor) ante una actuación con intermitencias de Basualdo (4 puntos con 2/6 de cancha).

La defensa del cervecero apostó no permitir el tiro de Austin, bien tomado por Clark, que lo invitaba al rompimiento y lo contenía con la ayuda de Basualdo. Por eso cuando Murphy paró el juego (0-9) inmediatamente entró Gonzalo Torre, que alejó a los internos de Quilmes del canasto y los atacó en 4 metros con acierto (7 pts).

Pero del Hispano que había triturado a triples a Peñarol el domingo no quedaban ni los recuerdos. El equipo de Río Gallegos lanzó 0/4 desde el perímetro en el primer cuarto y Quilmes aprovechó para llevarse el parcial 18-11.

En el segundo segmento Hispano mejoró con la continuidad de Gonzalo Torre y la aparición de Matías Bernardini (7 pts) y Bruno Oprandi (5). El conjunto visitante dejó de depender de lo que hiciera el pivote y empezó a encontró gol en el perímetro.

Por su parte Quilmes mantuvo la dinámica ofensiva con un encendido Famitumi (12 pts en la primera mitad) y un poco de todo el resto. Aunque Hispano también llegó al gol y la visita ganó el cuarto 22-23 la distancia le favorecía al cervecero 40-34 al cierre del primer tiempo.

En el comienzo del tercer cuarto Quilmes volvió a retomar el control disparándose 10 puntos arriba (47-37) pero por primera vez en el juego Hispano se hizo del control del desarrollo. Treise se impuso en el duelo de bases. Apareció Mignani en el goleo y Cedric McGowan por única vez en la noche.

La distancia se hizo de 3 (59-46) pero un tiempo muerto de Bianchelli frenó la embestida. Quilmes salió del tiempo minuto con un triple de Famutimi (contestado rápido por otro de Treise) y 3 puntos seguidos de Basualdo para capear el temporal. Hispano ganó el cuarto otra vez por uno (16-17) dejando la ventaja en 5 puntos: 56-51 para entrar al último cuarto.

El segmento final fue todo de Quilmes. El entrenador del cervecero terminó imponiendo su idea. Cavaco jugó casi todo el segundo tiempo de corrido ya sea de 4 o de alero. Primero solidificó la defensa y luego en el tramo final se anotó con el goleo (dos triples). Además la apuesta Flor de base (Sansimoni y Vildoza al banco) le salió bien. Con Famutimi de escolta subió el perímetro defensivo y Clark se encargó como siempre de cerrar las penetraciones con eficacia.

El sustento defensivo de Quilmes (que siempre atacó con su defensa muy bien el perímetro rival) fue la comida de donde se nutrió la victoria. El local esperó la embestida que determinó el partido. Triple de Flor, dos de cavaco, la conexión con Eslava llevaron la distancia a 15 y la visita perdió por completo la línea.

Sebastián Mignani encabezó la rebelión pero su equipo estuvo apagado. Sobre todo dos extranjeros claves como McGowan y Austin que dejaron lo mejor el domingo y se olvidaron de jugar anoche. Quilmes cerró muy holgado un juego que tenido un alto contenido emocional.

Como habrá notado el buen lector se mencionó muy poco a Luca Vildoza en esta crónica. Y acaso esa haya sido la mejor noticia. Después del clásico se escuchó en varios futurólogos que era fundamental que Vildoza no se resfríe siquiera para que Quilmes sea competitivo. Anoche fue uno más de la rotación, el que fluyó fue el equipo y otros actores. No es más que una victoria para Quilmes, pero que dice mucho.

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