Básquet, Fútbol

Quilmes durmió en Santiago del Estero y Quimsa no lo perdonó

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El norteamericano Walter Baxley fue lo único rescatable de una noche negra para los marplatenses.

Lo borraron del rectángulo como hacía tiempo no le pasaba. La poca efectividad, y una noche para el olvido, le propinaron una goleada al “Cervecero” frente a Quimsa, por 92 a 63, en el marco de la quinta jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

El “Tricolor” comenzó mejor porque pudo correr en ofensiva ante un errático conjunto local. Con la gran figura del foráneo Baxley a pura velocidad, que se encargó de la defensa santiagueña.

Los locales se mostraron muy lentos en ataque situación que aprovecharon los marplatenses con una presión importante y buenos dividendos de Marín cerca del canasto.

Por el lado de Quimsa Sebastián Vega, comenzó a inquietar con su velocidad e intensidad, que contagió a sus compañeros para no solo acortar la brecha, sino superándolo al “Cervecero” por cinco al término del primer segmento. Inusitado para como se había dado el encuentro.

La tónica del juego siguió como terminó el primer cuarto. Los ataques estacionados de los marplatenses terminaron en rápidos contraataques por parte de los locales, que desde la banca sumaron 29 puntos. Y ahí estuvo la clave del encuentro.

Lo de Quilmes fue desconcierto total. De un partido que estaba controlado y para florearse, pasó a perder casi por goleada. Solo Baxley puso la cara por los jugadores que orienta Leandro Ramella. El extranjero se encargó de dejar en partido al “Tricolor”.

A la vuelta del descanso los marplatenses intentaron acortar el tanteador, pero un plantel reducido, no pudo palear un encuentro que se le hizo inalcanzable.

Los orientados por Fabio Demti le confiaron las ofensivas a Fernando Funes y a Matías Sandes que fueron los encargados de sacar hasta 23 de luz.

Los quilmeños no le encontraron la vuelta a un Quimsa que dominó las acciones desde el final del primer segmento y maniató a los de Ramella hasta el final. Le negó la vía de gol a Quilmes que nunca supo jugar en desventaja.

Los marplatenses abollaron la canasta una y otra vez, mientras que los santiagueños estiraron la ventaja a 31 puntos. No solo era goleada a tres minutos del cierre, sino que ya se jugaba a voluntad.

Y sobre todo con un Quimsa que no venía para nada bien y gracias a los relevos, acomodó el trámite de los primeros minutos y liquidó un juego por paliza 92 a 63 y a replantear varios conceptos de cara a lo que viene.

 

 

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