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Profundo pesar por el fallecimiento de Alberto Mayo

Sin títuloLa lucha contra el poder fue una de las razones de su vida, que se apagó ayer, tras sufrir una larga dolencia, pese a la cual y desde el vecinalismo, no abandonó hasta último momento la defensa de sus convicciones. Recuperar el funcionamiento del Hipódromo local fue uno de los objetivos, siempre es necesario recordar que hay gente que lo hace desde el llano, sin temor a las represalias de distinto tipo que se ejecutan desde el poder político, institucional y económico.

En ese sentido, Mayo representó una verdadera columna para sostener sus convicciones. La urbanización del Barrio Hipódromo a través de la reapertura de la actividad hípica, generar puestos de trabajo para una zona que se vio postergada, no encontró eco en las autoridades provinciales y municipales.

Seguramente su figura será recordada por sus protestas frente al Casino Central, que sin embargo no sufrieron los efectos deseados, pero sirvieron para instalar una problemática que desconocía gran parte de la población de Mar del Plata.

Según recuerda el abogado penalista Julio Razona, quien debió auspiciarlo en una causa penal, fue el mismo quien exigió su propio juicio para demostrar su inocencia, como finalmente ocurrió con el fallo de la doctora Camadro, que dejó al descubierto una operación montada en su contra y protegida por el diario La Capital.

 Mayo había denunciado en la oportunidad, un negocio inmobiliario de gran envergadura con tierras ubicadas frente a la Planta de Efluentes Cloacales. Se destinaron en la oportunidad $ 11.000.000 para pagar parcelas cuyo valor anterior tenía una tasación de $ 250.000 En ese momento, Alberto Mayo era presidente de la Asamblea Ambiental de Mar del Plata.

Su paso por la vida no fue circunstancial, decidió no ser espectador y seguramente dejó sus huellas. Habrá otros soñadores con las mismas convicciones, que tomarán su bandera. El extinto era esposo de Mónica Felices, ex defensora del Pueblo de General Pueyrredon.

Un comentario

  1. DESGRACIADAMENTE SIEMPRE CAEN LOS BUENOS, UNA GRAN PERDIDA.

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