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Preocupa posible restricción china al langostino patagónico

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Las empresas pesqueras de la Patagonia están detrás de información oficial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación sobre la barrera sanitaria que China impondría sobre el producto langostino. Hasta el momento ningún cargamento ha sido rechazado, pero hay preocupación por el impacto negativo que la medida tendrá en el sector, ante un mercado que era ciertamente atractivo por los precios y porque era una alternativa a los tradicionales receptores de langostino patagónico como lo es Europa.

La Oficina de Inspección y Cuarentena (CIQ) de Qingdao informó que todo cargamento en los que se detecte la presencia de sulfito, un compuesto conservante, será rechazado.
La información escueta, pero sin mayores precisiones de la autoridad de aplicación local en materia pesquera, alentó suspicacias, y desde las empresas que tienen entre su cartera comercial exportaciones de langostino a China iniciaron consultas para saber de qué se trataba, si era un tecnicismo mal interpretado o que definitivamente se trata de una medida que tiene como objetivo final el bloqueo chino a las importaciones de Pleoticus muelleri.

El año pasado, el mercado asiático reportó más de 70 millones de dólares para el langostino patagónico, tanto el procesado en tierra como el congelado a bordo, y hay temor que esa alternativa quede diezmada de un día para otro.

Aún está latente el fracaso rotundo que significó la tan anunciada apertura del mercado brasileño para el langostino de Chubut procesado en tierra. Hubo múltiples negociaciones y gestiones desde el Minagri, misiones comerciales, contactos entre empresas, pero finalmente el lobby empresarial de Brasil que se oponía al ingreso del producto consiguió por la vía judicial que todo ese trabajo diera por tierra.

Hubo anuncios, creció la expectativa, pero la frustración fue mayúscula. Y, lamentablemente este reciente informe que los asiáticos rechazarán todo cargamento de langostino con presencia de sulfitos, utilizado habitualmente con fines conservantes, hace temer que se esté a las puertas de otra experiencia truncada.

SULFITOS Y MELANOSIS

Los sulfitos son compuestos químicos antioxidantes utilizados como conservantes de numerosos alimentos como los pescados y crustáceos. Los conservantes son aditivos alimentarios que permiten prolongar la duración de la conservación de los alimentos.

En el caso concreto de los langostinos actúan como antioxidantes, inhibiendo especialmente las reacciones de oscurecimiento producidas por ciertas enzimas.

Un problema frecuente en la especie langostino y otros crustáceos es la melanosis, un oscurecimiento de la cabeza y la parte superior del abdomen debido a una reacción enzimática. No es peligrosa para la salud, pero confiere mal aspecto. Por eso, durante el procesamiento el producto es tratado usando sulfitos como conservantes.

PROTOCOLOS

En el caso de la Argentina la autoridad sanitaria, el Senasa, tiene protocolos de aplicación que autorizan hasta 100 partes por millón de esa sustancia. Y, la normativa de la Unión Europea a donde se continúa destinando el mayor volumen del langostino patagónico habilita el ingreso de langostino con hasta 140 partes por millón. En tanto, esta medida que aplicaría China ubicaría como nivel tolerable de sulfito a cero unidades, lo cual sería una herramienta para bloquear completamente el ingreso de Pleoticus muelleri.

PESQUERÍA ESTABLE

Con todo, en este momento la pesquería de langostino en aguas nacionales sigue reportando datos muy auspiciosos en cuanto a las capturas. Los rendimientos diarios oscilan entre 10, 11 y 12 toneladas diarias por buque, en promedio. En cuanto a las tallas comerciales obtenidas, los mayores porcentajes de los lances muestran predominio de langostino L2, siguiéndole L1 y L3, según indican los partes de pesca.

En términos generales se estima que los volúmenes de captura anual serán similares a los del año pasado, cuando se registraron desembarques por 100.670 toneladas; y los precios se mantienen estables.

Revista Puerto

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