En un claro acto de desesperación un policía de unos 30 años quién se encontraba junto a su hermana y su sobrina, la cual comenzó a convulsionar en la calle, decidió pedir ayuda a los automovilistas que circulaban por la zona de Bouchard y Carasa. Al no recibirla, exhibió su arma de fuego reglamentaria para detener un vehículo con una mujer embarazada y sus tres hijos a bordo, a la que le exigió trasladarse al hospital Materno Infantil, efectuando varios disparos al aire para abrir paso y de esa manera llegar cuanto antes a dicho nosocomio.
El hecho se suscitó en la tarde del jueves cuando un efectivo quién se encontraba de franco, junto a su hermana y su sobrina de tres años, temió por la salud de la menor cuando está comenzó a convulsionar.
En una actitud desesperada el policía que cumple tareas en la localidad de Ayacucho, paró un automóvil y le apuntó a la conductora: una mujer embarazada junto a sus tres hijos, hizo subir a su sobrina y a su hermana para que los trasladaran hasta el hospital Materno Infantil, donde a los tiros intentó abrir paso para llegar con celeridad a destino.
Uno de los disparos terminó por impactar en una camioneta marca Renault Kangoo que bloqueaba el camino, en dicho vehículo circulaba un matrimonio, que no podía entender lo sucedido.
En la intersección de Matheu y Santa Fe el automóvil fue interceptado por personal policial y al divisar la situación, decidieron escoltarlo hasta el hospital donde el uniformado resultó aprehendido y la menor, al igual que la conductora, debieron ser internadas para su evaluación médica.
Del caso se hizo cargo el fiscal Fernando Castro, quién ordenó que el efectivo fuera trasladado al penal de Batan y le oficializó una causa por “privación ilegal de la libertad triplemente agravada y abuso de arma”, donde en las próximas horas prestará declaración de lo sucedido.