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Peñarol quedó a una victoria de su quinta estrella

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En el juego más apasionante de la serie, que tuvo de todo, desde un atraso por la rotura de uno de los aros hasta una actuación sobresaliente de varios jugadores, Peñarol tuvo un poco más de eficiencia en los momentos “calientes” y se quedó con el cuarto punto por 95-91 ante Regatas Corrientes, quedando así a un paso de sumar su quinto título de Liga Nacional de Básquet. Los goleadores en el “milrayitas”, Facundo Campazzo con 25 puntos (17 en el último cuarto), Adrián Boccia (19) y Martín Leiva (18), mientras que en el perdedor no alcanzó la tremenda noche de Paolo Quinteros (42 puntos, de los cuales 21 los convirtió en el último parcial).

Tras casi una hora de demora por la rotura de uno de los aros del Polideportivo “Islas Malvinas”, que finalmente fue soldado, arrancó el partido, con un Peñarol más tranquilo y efectivo en ataque, encontrando distintas vías de gol, tanto en el poste bajo como en el perímetro, nuevamente con un enorme trabajo de Adrián Boccia (8 puntos en ese parcial) mientras que Regatas, que en ese primer capítulo atacaba contra el aro “remendado”, sufría la falta de puntería y la toma de malas decisiones producto de la buena defensa del local, y como si fuera poco, el paraguayo Javier Martínez, sumaba su tercer falta personal condicionando su futuro en el juego de manera temprana. Sin embargo, el “milrayitas” no pudo terminar de explotar esas ventajas y tras ir 13 puntos arriba, terminó el primer chico con una renta de 6 puntos, 27-21.

El inicio del segundo cuarto fue muy ordinario, con ataques desprolijos por ambos lados, en consecuencia goleo escaso, los dos conjuntos muy nerviosos, por el lado de Regatas, su entrenador Nicolás Casalánguida reprochaba cada decisión arbitral, mientras que el local entraba rápidamente en penalización por faltas, pero para su fortuna, los correntinos tenían una pésima efectividad desde la línea (7/14 un 50% en ese parcial), lo que le permitía mantener la luz de cinco puntos, 32-27, cuando promediaba el parcial. Peñarol volvió a mandar al campo de juego a Leo Gutiérrez por un Axel Weigand que en ese parcial acumuló cuatro faltas personales, y a Boccia por Franco Giorgetti, y entre estos dos jugadores en tres ataques, ampliaron la renta a 11 puntos, 39-28 con algo más de tres minutos por jugar. A partir de allí los nervios se apoderaron de la visita, que se equivocaba en ataque y se cargaba de faltas, simplificándole las cosas a los marplatenses, que cerraban los primeros veinte minutos con una ventaja de 9 puntos, 45-36.

El elenco correntino salió con otra actitud al complemento, más tranquilo, lo que se traducía en efectividad en ataque que le permitían achicar la distancia a tres puntos, 51-47, ante un Peñarol que sufría los avatares del aro “remendado”, pero que a pesar de eso se las ingeniaba para sumar sus puntos, cargando el juego en la pintura, además de aprovechar dos desinteligencias de su rival, que primero le concedió una falta técnica con Romano y tras los libres en la reposición, Martina le cometió una falta antideportiva a Leiva, que el pivote castigó con los dos libres y luego Fisher con un triple. Tras esa acción, definitivamente Regatas se fue de partido, porque apareció en plenitud Facundo Campazzo, para que en un abrir y cerrar de ojos el “milrayitas” volviera a tener 10 de ventaja, 59-49. Fuera de sí, la visita asfixiada por el enorme trabajo defensivo del dueño de casa fallaba en cada ataque, y estos con todo el oficio del mundo castigaban cada error en el aro de enfrente, sumando tranquilidad, para entrar al último parcial arriba por 15 puntos, 70-55, con un tremendo triple de Isaac Sosa contra la chicharra de posesión y de tiempo.

Paolo Quinteros mantenía viva la ilusión de su equipo adueñándose de todas las ofensivas, ante un Peñarol que seguía administrando la renta, pero que caía en un bache que le permitía a su rival acercarse a 6 puntos, 77-71, cuando quedaba por jugar medio parcial, por lo que Fernando Rivero solicitó minuto para despertar a los suyos, que nuevamente entraban en penalización de manera veloz. Al retorno de las acciones, el escolta emblema de la visita acerco las cifras a dos puntos con un triple, 77-75, y en la acción siguiente, Martín Leiva se hizo cargo de los ataques primero con un doble en la pintura contra Calderón y luego cambiando por puntos los dos libres de una antideportiva sancionada al mismo Calderón.

Con una luz exigua de tres puntos a favor del local, 84-81, el juego entró al último minuto cargado de emoción y nerviosismo, pero una vez más apareció el temple de Facundo Campazzo, quien primero con un triple y luego desde la línea neutralizando los tres triples que Regatas convirtió consecutivamente, para darle el triunfo por 95-91 a quien mejor hizo las cosas a lo largo de los cuarenta minutos, además este triunfo le da un triple match point a Peñarol, con la posibilidad de cerrar la serie fuera de casa el próximo lunes cuando se midan en Corrientes.

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