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¿Para qué sirven hoteles y teatros vacíos?

Un simple recorrido por algunas playas del centro, tipo Hermitage, conforme a las fotos que acompañan estas líneas, demuestra que la falta de clientes en esta época del año, es algo más que un problema de temporada. La ausencia se nota en todas las épocas del año, independientemente  de la hora, mes o día que se investigue. Otro caso similar ocurre con numerosas salas de teatro que “abren ” sus puertas con escasísima respuesta de público.

Más allá de los avatares clásicos de calidad, oportunidad y gustos, cabe señalar que la persistencia de sus dueños, tiene su correlato en los libros de contabilidad de las empresas hoteleras o teatrales que por arte de biri-biri, lo que nos brindan asientos con records de recaudaciones u ocupaciones hoteleras a full. Pareciera que por arte de magia la ausencia de huéspedes u ocupantes de la arena, se vieran desmentidas por recaudaciones abundantes a la hora de contabilizar sus libros.

Es por ello que no asombra ni sorprende en demasía, que ante el mínimo intento de la Municipalidad de General Pueyrredon, de ejercitar sus controles a través de una tasa municipal que permita recaudar y controlar con el cuenta ganados, el número de espectadores y huéspedes que concurren a estos lugares, un coro homogéneo de defensores de la cultura, el libre comercio o el “dejar hacer”, se levanta y hace tronar su enojo en el principal medio escrito de la ciudad.

 Pareciera que el querer recaudar es un pecado del Intendente y que merece ser quemado en la hoguera de los “cultos”. Ya Don Ángel Roig, sufrió en carne propia esta intolerancia cuando les aplicó el 7% a todas las obras teatrales que se daban en el verano marplatense.

La ciudad es la sala, para todos aquellos que con ánimo constructivo vienen en la temporada a dar importantes obras y a retirar-legítimamente- cifras de ganancia o rentas extraordinarias. Igualmente a sus playas y arenas  que son propicias para todo tipo de vivencias veraniega.

Lamentablemente, como lo dice la vida, para protestar u ordenar hay que tener la cola limpia. El Intendente Arroyo, con declaraciones torpes y machistas, no ayuda a legitimar una idea que bien fundada ayudaría a lavar menos y a recaudar más. Lo cortés no quita lo valiente dice el refrán, y en este caso controlar y cobrar son tareas del Municipio.

 Dr. Eduardo Romanín

Partido Socialista Auténtico

Secretario Provincial

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