El ex jugador de River Plate, y actual emblema del Barcelona multicampeón de España: Javier Mascherano. Produjo una locura generalizada en los fanáticos del fútbol y no tanto. A tal punto que en la intersección de avenida Patricia Peralta Ramos y Moreno los hinchas realizaron un trabajo de hormiga y cambiaron el nombre de dicha avenida por la de Javier Mascherano.
No es ninguna novedad que el volante se transforme en figura de la Selección Argentina ya que fue el de rendimiento más parejo a lo largo de los seis partidos que los orientados por Sabella disputaron en Brasil 2014.
La actuación “albiceleste” en pocos partidos convenció pero el aporte del “Jefe” fue vital para que más de 40 millones de argentinos enloquezcan por cada intervención de “Masche”.
Las redes sociales explotaron este último mes a medida que transcurrían los encuentros de nuestra selección y ya no solo eran fotos de Messi sino de un jugador polifuncional, que en el Liverpool inglés llegó a jugar de lateral por la derecha, en Barcelona de segundo central y en nuestra querida selección Argentina de volante, el puesto que lo catapultó al viejo continente y que enamoró a los técnicos más destacados del planeta fútbol.
