En las últimas horas se dio a conocer una confesión insólita. El joven de 20 años que en teoría habría sido golpeado y asaltado el martes pasado en la librería Cúspide, ubicada dentro del Espacio Clarín sobre la calle Güemes. Debido a las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar que negaban el hecho, confesó que nunca fue atacado por delincuentes sino que armó la escena porque había perdido la suma de 4 mil pesos.
La noticia que sacudió a los medios, era una farsa para tratar de escudar su error ya que según la declaración ante el fiscal de la causa Fernando Castro, perdió una suma cercana a 4 mil pesos en el trayecto que une su casa con el negocio donde trabaja.
El joven no dudó y quemó su buzo armando una escena de película. Por supuesto agigantó la situación y además le sumó al relato que dos sujetos a cara descubierta ingresaron al comercio y lo golpearon para secuestrarle el dinero en efectivo.
Pero la mentira tiene patas cortas y está más que nunca. Las cámaras de seguridad y algunos testimonios recabados en la zona, advirtieron que los malvivientes nunca se dieron cita en el lugar y debió confesar la verdad delante del fiscal, aseverando que el dinero lo había perdido camino a su vivienda.
Para colmo de males, integrantes del Ministerio Público Fiscal advirtieron que desestimaron la causa pero podrían impulsar una nueva por falso testimonio.
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