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No liga nada: Alvarado perdió sobre el final en Comodoro Rivadavia

37407_recDuele por donde se lo mire. Por el resultado en sí, pero sobre todo por el desarrollo y por la forma. Porque el complemento le favoreció ampliamente a Alvarado y en ese tramo final del partido era el único que quería ganarlo. Sin embargo, en la última jugada, cuando Sergio Testa ya miraba el reloj para pitar el final, Sebastián Benítez lo vio adelantado a Pucheta, la colgó del ángulo y le dio un premio demasiado grande a la CAI de Comodoro Rivadavia que se quedó con tres puntos de oro en su casa y terminó con el invicto del “torito” como visitante. Fue 2 a 1 la victoria del equipo sureño y un baldazo de agua fría para los de Nicoletti que deberán volver y ya ponerse a pensar en una nueva excursión a Chubut, para enfrentar el próximo domingo a Deportivo Madryn.

La propuesta de Alvarado en el comienzo fue la de siempre, tratar de tener la pelota, manejarla y ser el que tome la iniciativa. Y a la CAI no le disgustó el planteo, lo esperó bien parado, lo dejaba ir hasta apenas pasada la mitad de la cancha y ahí cerraba los espacios. El local estaba cómodo con recuperar la pelota entrando a su campo y salir rápido con Benites y Gaitán, para aprovechar la movilidad de los delanteros. Se estudiaban mucho, no había pasado nada en el partido y el equipo de Armando Tula golpeó primero. La jugada la hizo toda Benites, tocó para Núñez que asistió a Jorge Gaitán y la empujó para marcar la apertura del marcador.

Si hasta ese momento CAI estaba cómodo con jugar de contra ataque, con la ventaja mucho más. Dejaban que la pelota la tuvieran Luengo y Pereyra o los laterales, pero cuando llegaba a Tello o Sendra, enseguida se le iban dos jugadores encima para presionarlos y quitar. El exKimberley no podía realizar en esa posición la función para la que lo pusieron, porque no podía desnivelar en ataque y sufría en el retroceso con el volante derecho. Castillo y Cortadi estaban aislados y prácticamente no recibían juego.

La posesión era mayormente de la visita, pero no la podía transformar en profundidad, mientras que el local con mucho menos tiempo con la pelota, era más incisivo. Sergio Núñez hizo lucir a Joaquín Pucheta con un remate desde afuera que se colaba contra su caño izquierdo y otra vez el arquero apareció para sacar justo con un puño lo que iba a ser el segundo tanto de Vargas.

La única situación de riesgo del “torito” en la etapa, llegó a los 43’, cuando en una pelota parada Manuel Madrid no pudo meter el cabezazo en la primera desatención de la defensa sureña. El cierre mostró algo de nerviosismo, dos faltas de Jorge que recibió la amarilla y “rozó” la roja, y la sensación de que algo había que cambiar para tratar de conseguir más profundidad.

Del vestuario volvieron los mismos 22 jugadores, pero Alvarado se pudo parar mejor y logró acercarse al área de Carlos Ronco. Por las bandas, como de costumbre, empezó a lastimar, llegar al fondo y desde allí lanzar para los hombres de punta. Pero le faltaba precisión en los centros y tampoco tenía al referente de área que marque presencia, porque Cortadi tiene características diferentes a Roda.

Al igual que en la etapa inicial, aunque la pelota era del “torito”, las mejores situaciones las tenía la CAI, que tuvo dos ocasiones claras para estirar la ventaja. Pero después de eso, en la primera ocasión que Alvarado pudo poner a un jugador en posición clara, a los 21’, Fabián Castillo volvió a aparecer en el momento justo, capturó un rebote y selló la igualdad.

Enseguida, Nicoletti mandó a Leonardo Roda por Cortadi, a ver si en algún centro su equipo podía llevarse algo más. El local estaba desconcertado y Alvarado se adueñó del partido. Movía la pelota con criterio y comenzó a ganar cada vez más por los costados en los metros finales. Seguel le sacó del “buche” la pelota a Sendra y el arquero Ronco se empezaba a convertir en figura.

A los 31’, una falta infracción de Marcos Ruiz lo mandó a las duchas y estaba todo a pedir del “torito”, pero Mauro Castro lo siguió después de ser amonestado en la jugada de la expulsión local y, dos minutos después, cometer una infracción que Testa le mostró la segunda tarjeta. El final era emocionante, porque los dos iban por los tres puntos, hasta que Gaitán también se fue expulsado y Alvarado quedaba con superioridad numérica.

El “torito” quería ganarlo y se fue con todo, aunque le costó generar ocasiones de peligro. Pero por esa desesperación por ir, estaban todos adelantados, incluso Joaquín Pucheta, y el mejor jugador del local, Sebastián Benítez, sacó un conejo de la galera, y le pegó desde muy lejos, en la última jugada de la tarde, para terminar con el invicto de Alvarado como visitante y asestar un cachetazo demoledor, por la forma en la que se le escapó un punto importante.

Foto: Alvarado

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