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Miles de fieles manifestaron su fe y devoción en el Corpus Christi

Esta tarde, miles de católicos reunidos en la Iglesia Catedral de Mar del Plata, celebraron el Corpus Christi o solemnidad del Cuerpo y Sangre de Jesús, donde manifestaron la fe en la eucaristía. La misa fue presidida por el Obispo de Mar del Plata, y los fieles, llegados de toda la ciudad, participaron de la misma y posteriormente caminaron por las calles del centro de la ciudad, junto al Santísimo Sacramento que fue llevado en andas por sacerdotes.

 

Durante la homilía Monseñor Antonio Marino hizo referencia al evangelio que relataba la multiplicación de los panes y expresó, “esta prefiguración de la eucaristía, nos está enseñando que el amor salvador de Cristo es omnipotente y que la Iglesia está llamada a colaborar con Él en el ejercicio de la misericordia”.

 

“La celebración de la eucaristía en la fiesta del Corpus Christi, nos hace tomar conciencia, más que ninguna otra celebración, de nuestra unidad como Iglesia entendida como Cuerpo de Cristo. La solemnidad del santísimo Cuerpo de Cristo, entregado por nosotros, y de su preciosísima Sangre derramada por nuestra redención, es la ocasión privilegiada para entender que la eucaristía y la Iglesia están unidas por un vínculo tan profundo que las vuelve inseparables. El misterio de la Iglesia no se constituye en su plenitud sin la Eucaristía, y la Eucaristía no se realiza ni se entiende si no es en la Iglesia y por la Iglesia”, señaló el pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata.

 

Más adelante hizo referencia a las intenciones del Santo Padre Francisco en el marco del Corpus Christi en las que pidió “por la Iglesia, extendida en todo el mundo y hoy, en señal de unidad, recogida en la adoración de la Santísima Eucaristía. Que el Señor la haga cada vez más obediente a la escucha de su Palabra para presentarse ante el mundo siempre más hermosa, sin mancha, ni arruga, sino santa e inmaculada”. “Que a través de su fiel anuncio, la Palabra que salva resuene aún como portadora de misericordia y haga que el amor se redoble para dar un sentido pleno al dolor y al sufrimiento, devolviendo alegría y serenidad” reflexionó el Obispo.

 

Luego se refirió a la segunda intención del Papa, “teniendo ahora más directamente en cuenta a aquellos rostros en los cuales la Iglesia debe aprender a descubrir el rostro doliente de Cristo crucificado. No podríamos vivir en coherencia con la Eucaristía que ofrecemos y la Comunión que recibimos, si no percibiéramos el compromiso que este sacramento  nos hace contraer a favor de los pobres y los más desprotegidos”.

 

Por último Monseñor Marino, habló sobre la misión diocesana por el año de la fe considerando que para la Iglesia “la misión es su razón de ser”. “Por ser el sacramento que hace presente el misterio pascual de Cristo, centro de nuestra fe, la eucaristía está íntimamente vinculada con la misión de la Iglesia. Esto es lo que anunciamos y proclamamos. De aquí sacamos fuerzas para nuestra misión”. “Revitalizamos nuestra fe, saliendo en misión, comunicándola a los demás. Como enseña la Iglesia y lo aprendemos en la experiencia, la fe se fortalece dándola” recordó el prelado.

 

Finalmente pidió a los presentes la intervención que hizo vibrar el templo mayor de la ciudad “Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar”. “Sea por siempre bendito y alabado” contestaron al unísono los presentes.

 

Una vez finalizada la distribución de la comunión todos se dispusieron a realizar la procesión, que como es tradicional recorre las calles Mitre hasta Rivadavia, por allí hasta Catamarca, de ahí retoma San Martín para arribar nuevamente a las escalinatas de la Catedral donde el Obispo realiza la bendición con el Santísimo Sacramento. Esta es la única vez en el año que la Hostia Consagrada se lleva en procesión, y es la oportunidad en que los católicos manifiestan públicamente su fe en la eucaristía. También este pequeño peregrinar quiere ser símbolo de la bendición del Señor para toda la ciudad.

 

 

 

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