Carta de Lectores

Mi homenaje al “Día de la Memoria”

Los-Wachiturros

24 de marzo de 2025, una larga fila de la que soy partícipe, sirve de marco a un escenario repetido desde hace ya varios años. Lentamente y en silencio reciben su ración y se retiran a sus casas miles de argentinos que cumplen con el rito mensual de recibir su canasta alimentaria provista por el Estado.

Los encargados de efectuar el reparto son unos jóvenes que reciben una denominación que ahora no recuerdo (antes les llamaban wachiturros), pero mis cansados 82 años sólo me han dejado una memoria retrospectiva.

Hace apenas 2 años se retiraron de nuestro país las fuerzas de paz de la O.N.U, no hubo demasiado derramamiento de sangre, simplemente un puñado de jóvenes argentinos liberales intentó oponerle resistencia a las FF.AA. sanmartinianas ¡qué tendrá que ver San Martín, nuestro querido Libertador en todo esto!, pero todo fue en vano. Dichas fuerzas, unidas a los cárteles de la droga fuertemente pertrechadas, diezmaron a nuestros combatientes ¡éstos sí eran jóvenes idealistas!

A partir de ahí, los nuevos wachiturros, que logran reproducirse en progresión geométrica, se adueñaron absolutamente de todo, propiedad privada incluida. Las chica jovencitas, niñas aún, lucen desafiantes y orgullosas sus prominentes panzas ¡cómo se reproducen por DIOS!

Esperando mi turno para recibir la ración, empecé a recordar un 24 de marzo de 1976, fecha del comienzo del Proceso de Reorganización Nacional (no puedo olvidar la enorme alegría que me embargaba) porque nuestra República sucumbía ante el caos; pero no sé que factores confluyeron para que dicha epopeya no llegara a buen término. Este tipo de hechos se inicia con los mejores augurios pero, paulatinamente, los egoísmos y las luchas intestinas desnaturalizan cualquier intento libertario (los argentinos somos difíciles).

Debieron haber dejado el poder con mayor hidalguía, pero bueno…..ya pasó. Si bien después de varios años un Coronel héroe de Malvinas de apellido árabe hizo un intento reivindicatorio y dignificante, ya era demasiado tarde.

Lo demás ya lo conocemos, la democracia en su estado más primitivo es esto y, luego de 42 años acá está el resultado.

Viejos militares y civiles del Proceso, con vida o descansando en paz, los extraño. Vuelvo a reiterar, no sé bien qué ocurrió pero……. ¡qué bien estábamos cuando estábamos mal!

Alberto Ercilio Valente

L.E. 5328905

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