Cuando el debate por la policía local se vuelve cada más denso, en la ciudad ocurren hechos de inseguridad que por determinadas razones terminan beneficiando a los delincuentes y minimizando la labor del personal de las fuerzas.
Un joven de 16 años fue abordado por un malviviente menor de edad en la zona de Plaza Mitre. A punta de pistola amedrentó a su víctima que se defendió a los golpes logrando que el ladrón se diera a la fuga. Thiago el damnificado, con ayuda de un transeúnte, siguieron al malviviente que ingresó a su vivienda de Falucho 2626.
Posteriormente dieron aviso a dos efectivos que al parecer realizaban tareas de rondín y los mismos argumentaron que no podían ingresar a la mencionada morada por no contar con una orden de allanamiento.
Consultado el comisario Darío Valle, los efectivos que estaban apostados en la plaza no pertenecían al Comando de Prevención Comunitaria porque estos no tienen puesto fijo. Solo efectuaba tareas de rondín ya que corresponderían a alguna seccional.
Acto seguido Valle dio a entender que en el caso que los agentes persigan al delincuente y éste se esconda en una casa, no necesitan una orden para entrar a la morada, ya que el hecho se consumó.
En ese sentido quedó demostrado ante la humanidad de un menor de 16 años, la falta de libertad o de impericia en la que está inmerso el accionar policial. Que impidió que se detenga al sujeto, que sin dudas, volverá a actuar de la misma manera cuantas veces pueda burlándose una y otra vez de sus víctimas.
Fuente: Mdphoy – Brisas
