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“ME TIENEN PODRIDO”, PERO “LES HABLÉ CON EL CORAZON…”

Alguien me dijo, al escuchar recientemente al Ministro del Interior y Transporte, si se me ocurría alguna relación sobre lo dicho por Florencio Randazzo, “me tienen podrido” y las expresiones políticas de un Raúl Alfonsín. Si me permitis, mi amigo, voy a dejar afuera a Alfonsín, de estas comparaciones. Su historia es muy reciente y está ahí nomás. Todos sabemos que nunca se hubiera permitido una salida así públicamente y con muchos más aprietes para su gobierno desde los distintos sectores de nuestra sociedad, más allá de sus propias calenturas y errores, pero en un contexto de reconocidas virtudes republicanas.

 

Eso sí, cuando se me plantea una comparación, se me viene a la cabeza y quizás también a mi nostalgia de la política bien entendida, el tandilense Juan Carlos Pugliese, que fuera asimismo Ministro del Interior. Pugliese y Randazzo quizás en la historia política de la Argentina, puedan igualmente ser recordados en el futuro, con  alguna de sus frases “celebres”, tan diferentes una de otra, pero que reflejan sendas circunstancias negativas en sus respectivas gestiones.

 

Pugliese, cuando el país vivía momentos difíciles en lo económico (1988) y en ese caso, desde el ministerio de Economía, pidió un mayor acompañamiento que no logró y lo expresó así: Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo.

 

Lo de Randazzo ya está expresado y como abrieron la puerta, uno podría decir lo mismo. No me permito utilizar la frase de Pugliese ya que quiero dejarla como exclusiva de su uso que refleja un sentimiento desde lo racional, pero sí podría utilizar la otra, aunque también la dejo en boca de Randazzo, para que él mismo califique, sin interferencias, su inconducta verbal.

 

Conducta emparentada con la del tristemente célebre Guillermo Moreno. Hace poco escribí, por el trabajo en negro en Mar del Plata, que nunca pasan de los anuncios en la amenaza de combatirlos y bajarlos, que la viceministra de Trabajo de la Nación, Noemí Rial, parece pertenecer a su escuela. En este orden Randazzo también se anota con muy buenas notas.

 

Pero lo dejo ahí nomás. Prefiero en éstas líneas finales evocar algo de la figura de Pugliese, un maestro, como el de la música (Osvaldo) y ambos coherentes en pensamiento y acción. El político, en la década del 80 y con la vuelta de la democracia, elegido por todos sus colegas como presidente de la Cámara de Diputados, atento a sus reconocidas virtudes democráticas, en 1988 recibió, por su impecable trayectoria legislativa el premio Konex. Eso sí, que no le dejaras “picando la pelota” para la respuesta pícara y hasta irónica, ya que te lanzaba un “latigazo” más certero y más elegante que el Zorro.

 

Como Illia, los dineros públicos para Pugliese eran del pueblo y a este le rendía con cuentas indiscutibles, devolviendo puntualmente los sobrantes en cada cierre del presupuesto del Congreso.

 

Otros tiempos, otra historia y sé que todos los partidos políticos de la Argentina pueden rememorar acciones destacadas de sus grandes figuras. Toda esa historia la tuvimos, con sus más y sus menos y quizás me fui por las ramas en cuanto a esa pregunta inicial, pero la pretenciosa intención es encontrar el árbol grande que nos cobije a todos por igual. Todo es posible si se reconocen los errores. Este gobierno podría y debería en un dialogo constructivo. Lo necesita la sociedad para hacerla menos violenta y así más acercada a objetivos comunes. 

 

MIGUEL TOSCANO

DNI 5.329.126  

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